la navidad y religion
el fenómeno globalizador supone y evidencia la ‘profundización y universalización de
la modernidad’; es decir,una intensificación y exacerbación de los principios, prácticas y
asunciones de la modernidad, esta vez llevada a cabo en la totalidad de los paisajes, espacios,
escenarios e intersticios, premisaque moviliza el análisis de cara a las transformaciones de
nuestros tiempos y en el plano de reivindicar la diferencia como horizonte de posibilidad.
Esencializar y/o desencializar la modernidadparece ser una de las tareas ante este
fenómeno. Una perspectiva que también constituye el tejido del imaginario político y
teórico epocal sobre el cual se debaten las agencias, agendas, apuestas yesperanzas
inscritas en la multiplicidad y, por ende, en la singularidad. Digamos entonces que la
existencia y movilización por parte del pensamiento crítico contemporáneo se inscribe
en un importantecuestionamiento a la modernidad como época, proyecto, imaginario y
actitud ligada a procesos de expansión y dominación europea, horizonte desde donde, y
en ejercicio de la ‘geografía de laimaginación’, se produce y se requiere de un referente
exterior; es decir, de una alteridad, de una diferencia: el no occidente, el no moderno,
el pre-moderno.16 Empero, en estos procesos donde talesreferentes son necesarios
postula una ruptura soportada en una suerte de desmagicalización de un pasado
mítico y oscuro, cuya liberación se afianza en el triunfo e imperio de la razón,
la cual monopolizae instituye un horizonte de presente/futuro, soportado en la
conciencia moderna, su modelo civilizatorio, su racionalidad, subjetividad y, por
consiguiente, su direccionalidad. La modernidad seconvierte así en un proyecto
con teleología propia, en donde “el espectáculo de la razón se hizo legítimo y tuvo
en la filosofía su lugar privilegiado y en la Ilustración su proyecto político...
Regístrate para leer el documento completo.