La Revolución Libertadora - Novaro
El fracaso de la restauración conservadora
Muchas cosas cambiaron en la Argentina tras el derrocamiento de Perón, dos rasgos continuarían
la igualdad relativa de la sociedad
la disputa sobre las vías para formar gobiernos legítimos.
Esas dos características, sumadas a
la crisis de autoridad estatal y
la polarización social y política entre elperonismo y el antiperonismo,
condicionarían marcadamente los intentos de crear un orden alternativo al derrocado por el golpe de 1955.
¿Integrar o erradicar al peronismo? ¿Restablecer el orden social o la libertad política?
Los civiles y militares que participaron del derrocamiento de Juan Domingo Perón en septiembre de 1955 y que pretendieron que ese acto fuese el inicio de una“revolución libertadora” estaban divididos en dos sectores.
Por un lado, los nacionalistas y católicos, entendían que los conflictos que habían debilitado al régimen depuesto, se debían principalmente a los vicios y errores de su líder e inspirador, sobre todo con la iglesia católica.
Por otro lado estaban aquellos de ideas liberales y republicanas, consideraban que el peronismo había dado origen a unestado autoritario y corrupto, que, al igual que los aparatos sindicales y debía ser eliminado.
Este segundo sector, logró sólo dos meses después del golpe, y colocar en el poder al general Pedro Eugenio Aramburu, prototipo de lo que Perón llamaba “la contra” o los “gorilas”
Los desacuerdos entre estos dos campos
la compleja estructura política y estatal que el régimen peronista habíadejado como legado,
y los grandes cambios ocurridos en la sociedad bajo su sombra.
impidieron que la Revolución Libertadora sacara provecho del consenso inicial y permitió que el líder peronista se recuperara desde su exilio en Paraguay.
Dos rasgos persistentes: igualdad social y crisis de legitimidad política
Estos rasgos condicionarían fuertemente los intentos de crear un ordenalternativo al peronista. El golpe de 1955 puso en evidencia que, si bien el peronismo había introducido cambios profundos en los actores sociales y en las relaciones entre ellos y con el estado,
no había logrado asegurarles medios económicos y,
sobre todo, reglas de juego para resolver sus conflictos ( una Constitución aceptada por todas las partes que permitiera a las mayorías y las minoríasalternarse en el poder).
Estas tensiones desencadenaron la crisis política de 1955, cuando un poder hasta hacía poco absoluto se derrumbó casi sin ofrecer resistencia. Sus adversarios vieron en la velocidad de ese derrumbe una prueba de que el liderazgo de Perón no tardaría en extinguirse y la posibilidad de resolver fácilmente los desacuerdos. Pero lo cierto es que los vencedores estaban aún másdivididos respecto al problema de la legitimidad. Y la dificultad que ello suponía para crear un nuevo orden se vio potenciada por los ya mencionados rasgos igualitarios de la sociedad, que la hacían difícil de gobernar y resistente al cambio.
Dado que la igualdad suele favorecer el funcionamiento de las democracias, cabe preguntarse qué forma específica adoptó en la Argentina de 1955 paraprovocar el efecto inverso.
El grado de igualdad social alcanzado salta a la vista cuando analizamos la actividad económica, la vida social, cultural y cotidiana de la Argentina en los años cincuenta.
Al comienzo de esa década, los asalariados habían llegado a sumar casi el 50% del ingreso nacional. Todo esto significaba niveles de vida superiores incluso a los de algunos países europeos.
Estaigualdad obedecía a ciertos factores estructurales:
la relativa ausencia de una masa de población campesina,
la rápida expansión de las actividades agroexportadoras y
la asimilación de la inmigración europea, e internas.
la temprana urbanización
y la gravitación del sector moderno sobre los sectores marginales y poco desarrollados.
La maduración de la clase trabajadora y las clases...
Regístrate para leer el documento completo.