Libro La Estancia Jesuc3actica De Alta Gracia Capitulo 5
LA
ESTANCIA]ESUITICA
Dl\IJA GRACIA
La Esta ncio Jes uítica de Alta Gracia
v.
V.l. CONFECCIÓN
DE CERÁMICAS
Y CAMPANAS
Como vimos anteriorm ente, antes de la
llegada del hermano Klausner, quien intro
dujo la vajilla metálica, se comía en platos
de arcilla, Al respecto es bien conocido el
pres tigio que tenían las religiosas de Santa
Teresa de Jesús en Córdoba, qu elabraban
variadas piezas que abastecían a casi todo s
los ve cinos que las apreciaban, no solo de
la ciudad, sino también de la provincia del
Tu cumán.
En Alta Gracia y de acuerdo a las obser
vaciones que realizó el doctor Daniel Schá
velzon sobre las piezas rec ogidas en las ex
cavaciones de algunos sectores del edifi
cio, determinó la evidente existe ncia de un
h orno de cocer cerámi ca , quizásplatos, ya
qu e se encontraron pequeñas "pirámides"
y "patas de gallo "' . Al respecto el jesuita
José Sánchez Labrador (171 7- 1798), quien
llegó a Buenos Aires procedente de España
en 1734, recuerda en un estudio que escri
bió sobre el uso de la tierra que: "un alfa
rero, natural de la ciudad de Lu cena en la
Andalucía, que trabajaba en la hacienda ,
llamada Alta Gra cia, hallándome yo en
LAACTIVIDAD ECONÓMICA
ella , descubrió una veta de arcjJJa finísima
y de bello color y sabor; torneó cosas curio
sas como jícaras, azafate s, mates, etc. , más
deli ca dos que la s que venían de Chile.
Caía la veta ca si inmediata al cercado de
la huerta , que mira al Camino Real " 83 .
Tratando de indagar qui én fue este alfa
rero, recurrimos al catálogo de jesuitas que
publicó Hugo Storni,S.J., dond e encontra
mos que eran jesui tas oriundos de Lucena:
Francisco de Angula , Juan de Doblas y Mi
guel de Sotomayor. El primero falleció en
1611 en Sucre, el segundo en 1682 en Cór
doba y el tercero en 162 7 en Asunción . Pe
ro como Sánc hez Labrador dic e que estan
do él en Alta Grac ia "el alfarero de scu
brió ... ", ninguno de ellos pudo haber sido,
ya qu e el padre Sánchezestuvo en Córdo
ba aproximad amente entre 1734 a 1746.
Presumimos entonces que quizás el alfare
ro , que trabajó entre esas dos fech as, no ha
ya sido jesuita, aunque es poco probable.
Tamp oco fue ni esclavo ni indio , ya que era
de orige n europ eo. De allí que entre los ha
llazgos arqueológicos se encuentren mu
chos fragmentos de may ólica portuguesa
del siglo XVIII. De esta manera, aquelalfa
rero del que tuvimos noti cias p or primera
vez grac ias a las investigaciones arqueoló
gicos, quedará por ahora en el anonimato.
Dive rsos conos y "patas de gallo" utili zados e n el horno ele ce riÍ mi ca hallado, en excav aci o nes arqueológicas
., Ambos son elem"lltos LerJmi r.os utili zados 8 11 los horn os de cerá mi ca d uran te la r.oLc ión p ara separar las piezas mient ras se
ho rn ean. Estos elementos fu e ron usados en Europa desde e l medi oevo has ta la ar.tua lid ael.
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~...§,... Carlos
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También en las cercanías de la casa
grand e se enco ntraban hornos d e quemar
tejas y ladrillos. Mi entras qu e "a distancia
de media legua" -como se inscribe en el in
venta rio d e la expulsión- se hallaba un hor
no de quemar cal con sus paredes de ad obe.
No tenemos may ores dato s con respecto a
este horn o, ubicado en las cercanías d el
casco de la estancia , al qu e se le su m a otro
que debe hab er sido d e construcción pos te
rior y también se encuentra en las afuer as
d e la actual ciudad de Alta Gracia.
Con resp ecto a la fundi ción d e camp a
nas en Alta Graci a, la primera vers ión d e
su existen cia la brinda el padre Gre n ón en
el pequ eñofolleto sobre la res eña hi s tóri ca
que p ubli ca en 1919 , donde consigna qu e
el dato lo extra e del inv entario de las Tem
poralidades. Al remitirno s a esa fu ente ve
rificamos que en ninguna parte del mismo
se m encion a tal acti vidad en la estancia.
Mi entra s tan to aquella afirmac ión qu edó
co m o real y se repitió 8n in contables op or
tunidades. Incluso no pudimos constatar
en...
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