Malthus
Malthus, Thomas Robert: Ensayo sobre el principio de la población, Fondo de Cultura Económica, México, 1951, pg. 7-24. Con omisiones
Cap. I: Exposición del asunto. Proporción entre el aumento de la población y los alimentos.
Le interesa encontrar las causas de la pobreza de la humanidad, para ello se propone los siguientes objetivos principales:
investigar las causas que hanimpedido hasta ahora la evolución de la humanidad hacia la felicidad.
examinar las probabilidades de supresión total o parcial de esas causas en el porvenir
La causa a la que aludo es la tendencia constante de toda vida a aumentar, reproduciéndose, más allá de lo que permiten los recursos disponibles para su subsistencia.
Tanto en el reino animal como en el vegetal la naturaleza ha esparcido conprofusión las semillas de la vida; pero ha sido tan avara al conceder espacio y alimentos.
Solo la necesidad, es la que mantiene dentro los límites prescriptos. Tanto las plantas como los animales retroceden ante esta importante ley restrictiva, y el hombre no puede, cualesquiera que sean sus esfuerzos, escapar a ella.
En lo que se refiere a las plantas y a los animales irracionales. Unpoderoso instinto empuja a todos aquellos a reproducir su especie, y este instinto no se detiene ante ninguna clase de dudas sobre la posibilidad de criar su descendencia. Por tanto, siempre que existe la libertad necesaria para ellos se ejerce la facultad de procrear, y los efectos se presentan después bajo la forma de falta de espacio y de alimentos.
En lo que respecta al hombre, los efectos a esteobstáculo son más complicados. Un instinto igualmente poderoso le impulsa a procrearse y reproducir su especie: pero la razón pone obstáculos a ese instinto obligándole a preguntarse si no traerá al mundo seres a quienes no podrá criar. El examen de los diferentes estados de la sociedad en que el hombre ha existido mostrará con suficiente claridad, que la población tiende constantemente a aumentarmás allá de los límites que le señalan los medios de subsistencia.
No será tan fácil, en cambio, determinar la rapidez con que puede esperarse que aumenten los productos de la tierra. Podemos estar seguros de que su aumento, en un territorio limitado, tiene que ser de naturaleza totalmente distinta al de la población. La fuerza reproductiva del hombre puede hacer que se duplique cada 25 añoslo mismo una población de mil habitantes que otra de mil millones; pero los alimentos necesarios para sostener este último número no podrán obtenerse con igual facilidad. El hombre se halla por necesidad confinado al espacio de que puede disponer. Cuando se han ido aumentando año tras año los terrenos dedicados al cultivo para llegar a ocupar las tierras fértiles, el aumento anual de la producciónde alimentos tiene que depender del mejoramiento de las tierras ya cultivadas, y es ésta una reserva que, por la misma naturaleza del suelo, en lugar de aumentar, tiene que ir disminuyendo gradualmente; en cambio, la población podría seguir aumentando con el mismo vigor si se le suministran los alimentos necesarios , y el aumento durante un periodo
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produciría una capacidad aun mayor deaumento para el periodo siguiente sin ningún límite.
Por los informes que poseemos sobre China y Japón, es dudoso que los esfuerzos mejor dirigidos de la actividad humana puedan doblar la producción de esos países, incluso no importa que número de años. Cierto que existen muchas partes del mundo hasta ahora inhabitadas y casi incultivadas; pero debemos preguntarnos, desde el punto de vista moral,si tenemos derecho a exterminar a los habitantes de esos territorios poco poblados. El proceso de instruirlos y de dirigir sus actividades seria por necesidad lento y durante el, como la población seguiría con regularidad el mismo paso que la producción de alimentos, pocas veces podría aplicarse un grado elevado de conocimientos y de actividad sobre un suelo rico y desocupado. Y aún en aquellos...
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