marco teórico para la restauración
Cuando en 1935 Aldo Leopold decidió comprar una granja cerca de Baraboo, Wisconsin, marcó una nueva etapa en la conservación y en la restauración de ecosistemas. Y no es por el hecho de haber comprado una granja, si no que esto le permitió plantar una gran cantidad de árboles y otras plantas, y que por observación y por su propiopensamiento conservacionista, provocó toda una revolución en el pensamiento científico occidental de la naturaleza (Long, 2001). Aldo Leopold dijo que el ser humano debe tener un respeto por la naturaleza, en específico por las comunidades a las que pertenecemos, lo cual implica sentirnos parte de ellas, y que como tal, jugamos un papel en su funcionamiento al igual que los demás organismos(Leopold, 1949).
Evidentemente para él, no es deseable llegar a la restauración de los ecosistemas, sino lo ideal es conservarlos para no llegar al restablecimiento de los mismos. Sin embargo, gracias a su experiencia, es que surge la idea de la restauración en el mundo occidental, para saciar la necesidad humana de “sanar” lo destruido, para regresarle a la naturaleza lo que le hemos quitado. Escuando, por iniciativa de Leopold y la Universidad de Wisconsin surge el Arboretum, que se considera el primer proyecto de restauración ecológica (Jordan III et al., 1987).
De ese hecho hasta la fecha, ha habido una gran discusión, sobre si la restauración ecológica necesita un marco teórico que le de las bases necesarias para conseguir la recuperación de los hábitats degradados (ecología derestauración) o, no es necesaria la investigación ecológica para obtener las metas planteadas.
La restauración se ha considerado por mucho tiempo como sólo una práctica que no tiene ninguna o muy pocas bases científicas. Esta visión está dada por la propia historia de la restauración. Se considera que desde antes del Arboretum de Wisconsin, ya se hacían actividades de reforestación, y más si seconsidera a la reforestación como una estrategia de restauración (Woodwell, 1994).
El diseñar un parque o un área de esparcimiento para el hombre, implica la reintroducción e introducción de organismos, sobre todo plantas, que armonicen el escenario. Esto se hizo (y lamentablemente todavía se hace) sin ningún conocimiento científico sobre los procesos ecológicos que este hecho implicaba. Sin embargoalgunos de ellos lograron su objetivo (recuperar o construir un ecosistema), otros no, por falta de este bagaje científico o por no aplicar las técnicas adecuadas. A estas experiencias se les nombró como “actitud verde” (Bradshaw, 1993). Este conocimiento, generado a partir de la práctica sin fundamentos científicos, conduce a que sea muy específico, por lo tanto no se puede aplicar en otrosambientes degradados (Funk et al., 2008).
El hecho es, que cuando se habla de restauración ecológica, debemos de pensar en una serie de elementos que van aunados a la palabra ecología. Esto quiere decir, que la restauración implica más que plantar árboles (y no porque esto sea malo), si no que tenemos que ir más allá, esto es, pensar en el papel ecológico que jugará la restauración que estamoshaciendo.
Lo anterior dirige la atención a la ecología de restauración. Esta disciplina (me permito llamarla así), es muy joven, y como toda ciencia joven está en proceso de formar un marco teórico en el que pueda basarse para realizar la restauración de los ecosistemas en la práctica. El problema es que mucho de este marco teórico proviene de la ecología (incluyendo ecología de poblaciones,comunidades, ecofisiología, etc.), por lo que en algunos casos se ha pensado que no es necesaria un disciplina de la restauración dentro de la ecología, si es suficiente con el conocimiento ecológico. Y aunque es verdad que mucho del conocimiento ecológico se aplica en la restauración, la mayoría está dirigido y elaborado a partir de ecosistemas prístinos (por llamarlos de alguna forma), por lo tanto no...
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