MARCO TEORICO 1
"Hay chicos que se entrenan toda la semana en el gimnasio para pelearse los sábados. La mayoría son tranquilos, pero a veces hay grupos que les gusta cagarse a piñas",dice Naty, una flaquita extravertida que ya cumplió los 18. "En el Club San Fernando, por ejemplo, los chicos del rugby siempre enfrentan a los skinhead. A veces está bueno: un día pudimos entrar a un boliche gracias al tumulto que se armó en la puerta, donde nos habían rebotado minutos antes".
Luego de varios testimonios recogidos se termina con aceptar que se asoma un nuevo problema juvenil, laviolencia sin motivos aparentes, casi incomprensible, incentivada por el consumo de alcohol, bebidas energizantes y drogas, y alentado por un esquema de diversión que parece concebido para que el descontrol no tenga responsables. Por supuesto, esto no ocurre todos los sábados ni describe a todos los chicos de mejores recursos. Pero la fortuna de que aún no sea un fenómeno masivo no disminuye lainquietud ante semejantes hechos.
"Cerca de un 80 por ciento de los jóvenes de entre 16 y 18 años resuelve sus conflictos a las trompadas. Muchos terminan con lesiones, y en algunos casos hasta con denuncias policiales. En la última década, la citación de padres a los colegios por enfrentamientos físicos de sus hijos aumentó un 60 por ciento", señala el psicoanalista Fernando Osorio.
Estadísticasparciales ofrecen pistas para entender por qué se repiten los casos de violencia entre jóvenes que, en apariencia, no tienen justificaciones sociales (pobreza, falta de educación, desempleo paterno). Entre 2001 y 2003, el 3 por ciento de las causas penales instruidas en los juzgados tuvieron como imputados a jóvenes menores de 18 años. De ellas, 48 por ciento pertenecía a hogares de bajos recursosy el 52 por ciento, a chicos de clase media y alta. A su vez, un relevamiento realizado el año pasado por la Facultad de Derecho de la UBA junto con UNESCO entre 1.800 profesionales de la educación, reveló que ocho de cada diez asumían no estar formados para manejar situaciones de violencia. Entre ellos, el 75 por ciento trabajaba en colegios privados que asisten a una población de clase media yalta.
Para el psicoanalista Osorio, "en el 70 por ciento de los jóvenes de clase alta que trato en mi consultorio o cuando asesoro a colegios, veo una fuerte creencia de acceso ilimitado a todo lo que quieren, como si todo se pudiera comprar con plata. Esta ideología de la impunidad por lo general se encuentra en familias con padres que dialogan poco con sus hijos, quienes a su vez casi fueroncriados por personas ajenas a la familia. La sobreocupación de actividades escolares y extraescolares también potencia ese desencuentro". El experto en prevención de las adicciones Wilbur Grimson pone el acento en que "todo se ha descontrolado básicamente por el consumo de alcohol". ¿Qué efectos puede tener esa falta de contención afectiva? "Seguramente, una alteración en la conformación psíquica deestos jóvenes, que les causa una compulsión irrefrenable de sus impulsos", plantea Osorio. "Esta compulsión los empuja a conseguir lo que quieren a cualquier costo. Así, se exponen inevitablemente a escenarios que lindan con la delincuencia, bajo la tranquilidad que les da su estrato social: no me va a pasar nada". Grimson coincide: "La falta de sanción de estas conductas las terminareproduciendo".
Cuando se intenta de hacer investigaciones especializadas, es decir, búsqueda de antecedentes más específicos sobre casos de violencia en la policía o agentes de seguridad, siempre hay otro foco mayor de atención. Pero en algunos casos titulares de Foros de Seguridad, niegan que las peleas adolescentes sean frecuentes, y tratan a este como un problema menor y sin importancia.
El gerente de uno...
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