Marco Tulio
Marco Tulio Cicerón
PARTICIONES
ORATORIAS
Texto latino de esta edición electrónica: http://www.thelatinlibrary.com/cicero/partitione.shtml
Traducción española de Marcelino Menéndez Pelayo - OBRAS COMPLETAS DE MARCO
TULIO CICERÓN, T. I: http://www.bibliojuridica.org/libros/libro.htm?l=778Recursos sobre retórica: http://www.waldemoheno.net/Retorica/Recursos.htm
Partitiones oratoriae. Topica
Si aquella trilogía ciceroniana a la que suele denominársele rhetorica maior mereció ser catalogada por su propio autor como obra filosófica (Div. 2, 4: «Nuestros libros sobre oratoria, a saber, los tres correspondientes al De oratore, el cuarto, el Brutus y el quinto, el Orator, deben serincluidos dentro de dicho catálogo»), el propio Cicerón nos ofrecería otras dos vinculadas igualmente a temas retóricos, pero de distinto tenor: Partitiones oratoriae y Topica.
«Partitiones oratoriae»
En Partitiones oratoriae, obra compuesta probablemente o bien a finales del 46 o bien a comienzos del 45 con ocasión del viaje de estudio de su hijo Marco a Atenas, Cicerón asume aquellafunción del pater familias responsable de la educación de su hijo, tal como lo había hecho Catón el Censor. Para ello va a utilizar el mismo método que aquél, el diálogo entre padre e hijo.
Tal actitud pedagógica debe, pues, enmarcarse en este sistema educativo en el que el padre junto con la formación técnica transmite los valores tradicionales, y no debe, por tanto, homologarse con la educaciónimpartida en escuelas retóricas, ajenas a tal propósito.
No es extraño, por tanto, que Cicerón en este tratado mantenga los mismos principios que había sostenido en su rhetorica maior. Así dirá que su exposición sobre la oratoria está vinculada a la filosofía académica (139: «Te he expuesto todas las divisiones oratorias que tuvieron su origen y cultivo en nuestra Academia media, divisiones que nopueden hallarse ni entenderse ni desarrollarse al margen de aquélla») y, desde esta visión académica, señala la necesidad de unir filosofía y oratoria, al definir la elocuencia como «la sabiduría que se expresa copiosamente» (79).
Desde el momento en que el primer principio que debe satisfacer la elocuencia es el de la sapientia y desde el momento en que la sapientia es la virtud superior, de laque las demás ciencias o artes son sus ministras (78), lógicamente está exigiendo el conocimiento de tales ciencias menores como la dialéctica o el derecho.
Con tal criterio expresa la clara división entre virtud dialéctica y virtud oratoria, señalando que, si bien la elocuencia comparte el mismo origen que la dialéctica, «su desarrollo es más amplio y más adecuado para despertar emociones ysatisfacer la sensibilidad popular» (79). Cicerón, de este modo, estaba marcando claramente su diferencia frente a otros cultivadores de la oratoria, como podrían ser los estoicos, limitados a la virtud dialéctica, o los declamadores de escuelas retóricas, dominados por una «inane verborrea» (81).
Por otra parte, al igual que en el De oratore, reclama como ministra inexcusable la formaciónjurídica del orador, abandonada, según él, por la mayor parte de los oradores (100), lo que constituía un reproche contra los rétores desconocedores del derecho romano.
El segundo aspecto de la elocuencia, el copiose dicere, responde en definitiva a la exigencia del ornato. Cicerón, nuevamente en este tratado, volverá a fijar su reconocimiento a través de las palabras tomadas aisladamente y de lacomposición de las mismas (16) y, al hablar de este segundo aspecto, destaca la importancia del ritmo de la frase (18).
Este tratado, por su carácter didáctico y filosófico, no sólo busca la simplificación sino también la distinción. La simplificación la busca al reducir la casuística a principios generales. La distinción la utiliza como método racional para definir y jerarquizar conceptos:...
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