Mas alla del pcio de placer
Estado que sobreviene tres conmociones mecánicas, choques ferroviarios y otros accidentes que aparejaron riesgo de muerte; es la neurosis traumática. La guerra (1ª guerra mundial) la provocó en gran escala y puso fin a su esclarecimiento como deterioro orgánico del sistema nervioso por acción de una violencia mecánica. Se aproxima al cuadro de la histeria por sus síntomas motores y alde la hipocondría o melancolía por su padecer subjetivo; hay destrucción y debilitamiento generales de las operaciones anímicas.
En la neurosis traumática común se destacan dos rasgos: el centro de gravedad está en el factor sorpresa, y un simultáneo daño físico o herida la contrarrestra. Terror, miedo y angustia se distinguen por su relación con el peligro; la angustia designa cierto estado deexpectativa y preparación para el peligro, aunque sea desconocido; el miedo tiene un objeto determinado, en presencia del cual se siente; el terror es aquel en el cual se cae ante un peligro cuando no se está preparado. La angustia protege contra el terror y por tal contra la neurosis de terror.
La vida onírica de la neurosis traumática reconduce al enfermo, una y otra vez, a la situación de suaccidente, de la cual despierte con renovado terror. El enfermo está fijado – se sostiene – psíquicamente al trauma.
Sin embargo, no lo recuerdan mucho durante la vigilia. Cuando se admite la reconducción como cosa natural en el sueño se desconoce la naturaleza de éste. Debería conducirlo a tiempos mejores. Queda al expediente de sostener por qué en este estado la función del sueño resultóafectada y desviada, o pensar en las enigmáticas tendencias masoquistas del yo.
Abordemos una práctica más temprana normal, el juego infantil; particularmente el primer juego creado de un varoncito de un año y medio, acción enigmática y repetida de continuo. No lloraba cuando su madre lo abandonaba durante horas, a pesar de su gran ternura hacia ella. Exhibía el hábito de arrojar lejos de sí, a unrincón o debajo de la cama, etc., todos los pequeños objetos que hallaba a su alcance, profiriendo “o – o – o – o” que significaba “fort” – se fue –. Jugaba a que se iban, corroborado en otra ocasión: tenía un carretel, sosteniéndolo con el piolín, tras la baranda de su cuna con mosquitero, el carretel desaparecía, pronunciaba “o – oooo”, y después, tirando de su piola, volvía pronunciando un “Da” (acáestá) Las más de las veces sólo se había podido ver el primer acto, repetido incansablemente, aunque el mayor placer correspondía al segundo.
Su renuncia pulsional de admitir sin protestas la partida de la madre, estaba entramada con el juego, resarciéndose el niño con los objetos a su alcance, escenificando el aparecer y desaparecer. ¿Cómo se concilia el principio de placer, repetir estavivencia penosa? Se dirá que el desaparecer es la condición del aparecer; pero hay prevalencia del “fort. En la vivencia era pasivo, ahora se ponía en un papel activo, repitiéndola como juego a pesar de que fue displacentera. Podría atribuirse a una pulsión de apoderamiento. O bien al vengarse de la madre por su partida “Y bien vete pues, no te necesito, yo mismo te echo”.
¿Puede el esfuerzo (Drang) deprocesar psíquicamente algo impresionante, de apoderarse enteramente de eso, exteriorizarse de manera primaria e independiente del principio de placer? Como quiera que sea, si en el caso ese esfuerzo repitió la impresión desagradable, se debió únicamente a que la repetición iba concretada a una ganancia de place de otra índole, pero directa.
III[editar]
Al comienzo el psicoanálisis no era sino unarte de interpretación; luego se planteó el propósito inmediato de instar en el enfermo su corroboración como recuerdo. El centro recayó sobre las resistencias, había que descubrirlas, mostrárselas y por influencia humana (sugestión por transferencia) moverlo a que resigne. Luego, se descubrió que el devenir – cc tampoco se podía lograr así. El enfermo no podía recordar todo, acaso lo...
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