Medicina
Nos imaginamos el efecto de la aspereza de los restos del queloniocon los que se debía friccionar la herida y los olores de una mixtura tal, cubierta con vegetales a manera de vendaje. Sin embargo, aún cuando la juzguemos absurda, esta receta fue de uso obligado enlas guerras, que, dicho sea de paso, eran frecuentes y multitudinarias. Lo que no nos cuenta la historia es cuántas víctimas más generaba la gangrena gaseosa a causa de la pomada que las propiascontiendas.
Por su parte, los romanos —ya en el siglo XIII a de C.— habían aprendido a aplicar el opio como sedante y analgésico, y lo prescribían en forma de píldoras, cataplasmas, supositorios ylavativas, es decir, opio por todos lados con tal de calmar a los exaltados y aliviar a los doloridos. Lo que tampoco ha quedado documentado es cuántos murieron por lo que hoy llamaríamos sobredosis denarcóticos.
Mucho más tarde, Galeno (129-199) consideró al opio (conocido como una de las tantas plantas de los dioses) como el sedante y somnífero más poderoso que existía y recomendaba mezclarlo concualquier "elemento templado”, pues su aplicación, afirmaba, producía un “enfriamiento que podía llevar a la muerte”, con lo cual, deducimos, él sí había comprendido, precisamente, los efectos mortales, dela antedicha sobredosis.
Otro de los medicamentos que debe haber resultado todo una proeza ingerir, debe haber sido el conocido como teriaca o triaca, que se convirtió en el más famoso y...
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