Modernismo
De nuevo, como lo hizo en algunos de sus excelentes y ampliamente reconocidos trabajos anteriores, el profesor Angel Cappelletti emprende la labor del historiador y el cartógrafo de las ideas en una región y período dados, que esta vez son los de la filosofía positivista yevolucionista en nuestro país entre 1870 y el período gomecista. Y una vez más Cappelletti produce la referencia obligada para la exploración del territorio que ha cartografiado, tal como lo había hecho anteriormente con sus estudios sobre los presocráticos y sobre la filosofía griega en general, sobre la filosofía del Medioevo, sobre el anarquismo, sobre el utopismo, sobre la teoría políticamoderna en general y sobre tantos otros temas. La diferencia es que en este caso la región explorada no había sido cartografiada de manera tan sistemática y amplia con anterioridad, lo cual hace que la obra deba ser considerada como pionera en su área. La nueva obra de Angel Cappelletti está dividida de la siguiente manera: Prólogo I) El positivismo y su recepción en América Latina II) El positivismoen Venezuela III) Adolfo Ernst y el método científico IV) Rafael Villavicencio: del positivismo al monismo espiritualista V) Vicente Marcano y la filosofía química VI) Lisandro Alvarado: positivismo y filología VII) El monismo materialista de Luis Razetti VIII) Guillermo Delgado Palacios: un materialismo metódico IX) Luis López Méndez y el liberalismo spenceriano X) Figuras menores delpositivismo XI) Positivismo andino XII) José Gil Fortoul: historia y derecho público XIII) Laureano Vallenilla Lanz y el gendarme necesario XIV) César Zumeta: el periodismo político XV) Pedro Manuel Arcaya y la sociología venezolana XVI) Positivismo y literatura En el prólogo, el autor establece el sentido del título de la obra, comenzando con el que da al término «positivismo». En un sentido más estrictoel término indica la filosofía de Augusto Comte y sus seguidores inmediatos (tales como el ortodoxo Lafitte y el heterodoxo Littré); en un sentido más amplio, indica el pensamiento de quienes concuerdan con Comte en ciertos lineamientos filosóficos básicos (autores como Tarde, Renan, Ribot, Stuart Mill, etc.). Cappelletti nos dice que la variante más significativa del positivismo surgió con laintroducción por Herbert Spencer del concepto de evolución en todos los niveles de la realidad; la misma incluye a Haeckel y a quienes derivan hacia la metafísica «inductiva» a partir de las teorías biológicas de Darwin. El autor incluye dentro del positivismo incluso a
filósofos que, habiendo partido de los principios de Comte o de Spencer, han arribado a un franco materialismo (como Moleschott oBüchner) o tienden a una nueva especie de vitalismo (Guyau) o de espiritualismo (Fouillée, Ardigó). Así pues, el término es usado en su sentido más amplio, como corresponde a la recepción de las corrientes positivistas y similares en América Latina y, en particular, en Venezuela. Por otra parte, Cappelletti nos advierte que el libro no es ni puede ser una historia de la filosofía positivista yevolucionista en Venezuela, pues el único de los «positivistas» que podría merecer con cierta propiedad el título de «filósofo» (en el mismo sentido que lo merecería, por ejemplo, Varona en Cuba) es Rafael Villavicencio. Es cierto que otros — como Gil Fortoul— escribieron obras cuyos títulos incluían la palabra «filosofía» (Filosofía constitucional; Filosofía penal); o bien —como Razetti— publicaronlibros en que se trataban problemas esenciales de la filosofía de la ciencia (Qué es la vida). Ahora bien, sólo Villavicencio hizo de la filosofía el objeto principal de sus intereses y labores intelectuales. Los autores estudiados en la obra fueron, en cambio, sociólogos, historiadores, antropólogos, lingüistas, filólogos, pedagogos, juristas, químicos, médicos, biólogos, etnólogos, críticos...
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