Muerte de Chavez (repercusiones)
Por Mark Weisbrot
La reacción sin precedente a la muerte del presidente Venezolano Hugo Chávez, en todo el mundo pero especialmente en el hemisferio occidental, ha ilustrado fuertemente el mundo multipolar por el que luchaba Chávez. 55 países fueron representados en su funeral el ocho de marzo, 33 por jefes de Estado(incluyendo a todos los Latinoamericanos). Catorce países latinoamericanos declararon días de luto, incluso el gobierno derechista de Chile. En contraste a las demostraciones de compasión, y el honor y respeto que vinieron de los jefes de Estado Latinoamericanos, la casa blanca en Washington publicó una declaración corta y insensible que – al horror de muchos Latinoamericanos – ni siquiera ofrecíacondolencias.
Parece que el presidente democráticamente elegido más demonizado en la historia del mundo tenía muchos amigos y admiradores – y no solo los “países enemigos” como Irán o Siria que siempre son los primeros en ser mencionados por la prensa de Estados Unidos. Ahora nos dicen que las demostraciones de simpatía solo se explican por el petróleo Venezolano, pero ninguna persona de la familiareal de Arabia Saudita ha recibido este tipo de respecto, ni vivo ni muerto.
Los lectores del New York Times probablemente se sorprendieron al aprender de un artículo de opinión la semana pasada escrito por Lula da Silva, el anterior presidente de Brasil, que él y Chávez eran aliados cercanos y que compartían una visión por Latinoamérica. Siempre fue así: en 2006, después de que Lula fuerareelegido, en su primer viaje internacional fue a Venezuela para ayudar a la campaña electoral del Presidente Chávez.
Seamos honestos: lo que Chávez decía sobre las actividades de Washington en el mundo era lo que todos los presidentes de izquierda –quienes ahora son la mayoría de Suramérica– estaban pensando. Y en el caso de Chávez, no solo era retórica. Como observó Lula, Chávez jugó un papelimportante en la formación de UNASUR, CELAC, y otros esfuerzos por integración regional.
“Ojala que sus ideas lleguen a inspirar a jóvenes en el futuro, como la vida de Simón Bolívar, el gran libertador de Latinoamérica, inspiró al Sr. Chávez,” escribió Lula.
Chávez fue el primero de lo que sería una larga línea de presidentes de izquierda elegidos democráticamente que han transformado aLatinoamérica, y especialmente a Suramérica durante los últimos quince años, incluyendo a Néstor y Cristina Kirchner en Argentina, Lula da Silva antes de Dilma Rousseff en Brasil, Evo Morales en Bolivia, Daniel Ortega en Nicaragua, Fernando Lugo en Paraguay, José“Pepe” Mujica en Uruguay, y Mauricio Funes en El Salvador. Antes de Chávez, presidentes de izquierda elegidos democráticamente frecuentementeterminaban como Salvador Allende de Chile –tumbado en 1973 en un golpe de Estado apoyado por la CIA. Mucha de la izquierda Latinoamericana, como Chávez mismo, todavía no confiaban en el éxito del modo de cambio social electoral más que 20 años después, ya que los élites locales, apoyados por Washington, tenían el veto extra-legal cuando lo necesitaban.
Chávez pudo jugar un papel vital en la“segunda independencia” de Suramérica porque era diferente a otros jefes de Estado y en muchas maneras importantes. Me di cuenta de esto cuando lo conocí por la primera vez en abril del 2003. Recuerdo que él trataba igual a todo el mundo—desde sus servidores en el palacio presidencial a los visitantes quienes el respetaba y admiraba. Él hablaba mucho, pero también era bueno para escuchar. Recuerdo unacena unos años después con mas de 100 representantes de grupos de la sociedad civil Latinoamericana – activistas trabajando por la cancelación de la deuda, la reforma agraria, y otras luchas. Chávez se sentó y escuchó con paciencia, tomando notas por una hora mientras sus invitados describían sus esfuerzos. Luego él repasó sus notas, y dijo, “Bueno, así es como quizás podremos ayudarlos.” No...
Regístrate para leer el documento completo.