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Identidad cultural y educación
Preguntarnos sobre las relaciones entre la identidad cultural —que siempre tiene un elemento de clase social— de los sujetos de la educación y la práctica educativa, es algo que se nos impone. Es que la identidad de los sujetos tiene que ver con las cuestiones fundamentales del plan de estudios, tanto el oculto como el explícito, y obviamente concuestiones de enseñanza y de aprendizaje.Sin embargo, me parece que analizar la cuestión de la identidad de los sujetos de la educación, educadores y educandos, implica recalcar, desde el comienzo de tal ejercicio que la identidad cultural, expresión cada vez más usada por nosotros, no puede pretender agotar la totalidad del significado del fenómeno cuyo concepto es la identidad. El atributocultural acrecentado por el restrictivo de clase no agota la comprensión del término "identidad". En el fondo, mujeres y hombres nos hacemos seres especiales y singulares. A lo largo de una larga historia conseguimos desplazar de la especie el punto de decisión de mucho de lo que somos y de lo que hacemos individualmente para nosotros mismos, si bien dentro del engranaje social sin el cual tampocoseriamos lo que estamos siendo. En el fondo, no somos sólo lo que heredamos ni únicamente lo que adquirimos, sino la relación dinámica y procesal de lo que heredamos y lo que adquirimos.
Hay algo en lo que heredamos que François Jacob24 destaca en una entrevista a El Correo de la UNESCO y que es de la más alta importancia para la comprensión de nuestro tema. "Estamos programados, pero paraaprender", dice Jacob. Y es precisamente porque nos fue posible, gracias a la invención de la existencia —algo más que la vida misma y que nosotros creamos con los materiales que la vida nos ofreció—, desplazar de la especie para nosotros el punto de decisión de mucho de lo que estamos y estaremos siendo. Y más aún, porque con la invención social del lenguaje, lado a lado con la operación sobre el mundo,prolongamos el mundo natural, que no hicimos, en un mundo cultural e histórico que es producto nuestro, que nos volvimos animales permanentemente inscritos en un proceso de aprender y de buscar. Proceso que sólo se hace posible en la medida en que "no podemos vivir a no ser en función del mañana" (Jacob, 1991).
Aprender y buscar, a los que necesariamente se juntan enseñar y conocer y que por suparte no pueden prescindir de libertad, no sólo como donación sino como algo indispensable y necesario, como un sine qua non por el que debemos luchar permanentemente, forman parte de nuestra manera de estar siendo en el mundo. Y es justamente porque estamos programados pero no determinados, estamos condicionados pero al mismo tiempo conscientes del condicionamiento, por lo que nos hacemos aptospara luchar por la libertad como proceso y no como meta. Es por eso también por lo que el hecho de que "cada ser —dice Jacob— contiene en sus cromosomas todo su pro-pio futuro", no significa de ninguna manera que nuestra libertad se ahogue o se sumerja en las estructuras hereditarias como si ellas fuesen el lugar indicado para la desaparición de nuestra posibilidad de vivirla.
Condicionados,programados pero no determinados, nos movemos con un mínimo de libertad de que disponemos en el marco cultural para ampliarlo. De esta manera,a través de la educación como expresión también cultural podemos "explorar más o menos las posibilidades inscritas en los cromosomas" (Jacob, 1991).
Queda clara la importancia de la identidad de cada uno de nosotros como sujeto, ya sea como educador o educando, enla práctica educativa. Y de la identidad entendida en esta relación contradictoria que somos nosotros mismos entre lo que heredamos y lo que adquirimos. Relación contradictoria en la que a veces lo que adquirimos e nuestras experiencias sociales, culturales, de clase, ideológicas, interfiere vigorosamente a través del poder de los intereses, de las emociones, de los sentimientos, de los...
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