Novela Disfrazate Como Quieras
No es casual, entonces, que centre parte de la historia alrededor del anarquismo, sobre todo porque, y esto para Bacca reviste la mayor importancia, es la única ideología que erige al ocio en razón de Estado, sobre todo porque el no hacer nada es la única formula segura para acabar con el Estado burgués y el modo de producción capitalista. Por otra parte, Baccacomplementa esto con un volterianismo mas o menos iracundo, de esos que pueblan al liberalismo decimonónico que tanto añora, que lo hace buscar molinos de viento no ya en cualquier lugar de La Mancha sino hasta en Orihueca y Marayamana: tiene, como Buñuel y como los anarquistas españoles de otros tiempos, su pelea casada con los curas. Pero tiene, restos del seminario y la cultura occidental,conciencia de culpa por todos sus desmanes reales e imaginarios, como se evidencia en el recuento de las matanzas de curas en la Guerra Civil española, en el sabor que queda después de comprobar que, en fin de cuentas y por muy republicano y revolucionario que se crea, el que mata a un cura es también un asesino. Bacca, aunque no lo quiera, siempre tiene en primer plano el problema de Dios, lospecados de los curas y las monjas, las condiciones absurdas de los seminarios; y lo tiene en un sentido muy español, entendiendo que hay dos formas de asistir a la procesión: repicando las campanas o tirándole piedras al santo, de todos modos se está en la procesión. En nuestra ultima conversación Estanislao Zuleta me comentó que esto era señal de una religiosidad muy profunda.
Esas paginasde introspección alrededor de este tema, las únicas serias de una novela que se la pasa contando chistes en todo momento, evidencian con su claridad y aun con su trascendencia, que las antiguas verdades del siglo XIX van quedando en el museo de atrocidades forjadas en nombre de la luz. De todos modos es cierto que Bacca en algún momento de su vida, sobre todo cuando sus extravíos activistas de laUniversidad Libre, quiso ser intelectual comprometido sartreano (la verdad es que no sé si Bacca ha leído a Sartre) antes que plácido fabulador del Tesoro de la Juventud, sobre todo de noche en las tertulias bogotanas, quiso ser recordado por gritos de guerra hoy en franca barrena como "Cuba sí, yanquis no", "Abajo el Papa" y "Ls godos no van al cielo porque Dios es liberal". Quiso viajar aChina, a Cuba, a la Unión Soviética, en fin, hacer todo eso que llama "el camaradatur", seguramente para regresar a Colombia iluminado y revolucionario, exactamente como cuando los cristianos van a Roma o Tierra Santa y regresan fortalecidos con la contemplación del origen de la cultura occidental.
En esta ocasión Bacca presenta una novela que es la síntesis de todos sus escritos, quees como decir, la síntesis de todas sus nostalgias, sobre todo, la nostalgia de una sociedad que existió y que ya no existe: la sociedad del Magdalena en la primera mitad del siglo XX, cuando las muchachas samarias paseaban todas las tardes por el Camellón, y cuando Ciénaga era efectivamente, no el Tibet, sino la Bagdad suramericana, como quien dice, Las Mil y Una Noches pero con banano. Y con...
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