Pobreza
Pedro Trigo
1. El Reino de Dios en los Evangelios
Cualquiera que se moleste en abrir las páginas de los tres primeros evangelistas (Mateo: Mt, Marcos: Mc, Lucas: Lc) verá que a cada paso tropieza con esa expresión, y en seguida se persuadirá de que para Jesús es una referencia fundamental. Él comienza proclamando que ya llega (Mc 1,15); en su oración nosinsiste en que pidamos que llegue (Mt 6,10); nos ilustra sobre la actitud que debemos tener para acogerlo (Mc 10,15); explica que hay personas que están cerca de él (Mc 12,34); exhorta a que estemos en vela para poder entrar en él cuando llegue (Mt 25,1-13).
En todos estos textos aparece que hay gente que ciertamente no va a entrar, si no cambia radicalmente de actitud. Por tanto pide laconversión como actitud consecuente al creer en su propuesta (Mc 1,15). Los pasajes que se refieren a las condiciones para entrar y los que anuncian que viene tienen de común que para los oyentes es un acontecimiento inminente pero futuro, ya que si habla de qué hay que hacer o evitar para entrar en él, presupone que todavía no han entrado. Sin embargo, en otros afirma que el reino ya está presente(Lc 17,21); es la semilla que va plantando en medio del pueblo y en el corazón de cada quien (Mc 4,3-11); lo hacen presente sus obras liberadoras (Lc 11,20). Más aún, su misma presencia marca el inicio del tiempo del reino, un tiempo tan cualitativamente superior al anterior que el menor de los que lo acepten será mayor que Juan Bautista, que es el mayor de los que habían vivido antes del reino (Lc7,28). Por eso en sus parábolas del reino, él, que se califica a sí mismo de maestro iniciado en los secretos del reino (Mt 13,52), lo compara a la perla de más valor y a un tesoro fabuloso. Cuando alguien da con él, de la alegría, vende todo cuanto posee para adquirirlo (Mt 13,44-46). El reino de Dios es, dice en el mismo tono, un gran banquete, el banquete sin término que ofrece el propio Dios(Lc 22,16), el banquete de bodas de su hijo (Mt 22,2).
2. El Reino como acontecimiento
El reino es iniciativa de Dios, gracia suya. En ese sentido es de Dios: es él quien lo otorga porque es su beneplácito, porque es bueno. Pero también es de Dios porque lo que otorga no es otra cosa que a sí mismo como fuente de vida feliz-. Como lo habían anunciado los profetas, el creador de lahumanidad quiere desposarse con ella en cercanía absoluta, en rectitud, justicia y verdad, en misericordia y ternura, en perdón . La aceptación de esa relación reconforta, revitaliza, rehabilita, sana y transfigura.
Esto es lo que anuncia Jesús: Dios viene a reinar sobre la humanidad. Dios no reina desde afuera y desde arriba; reinar para él no es someter. La diferencia entre Dios y los ídoloses que éstos les viven a sus adoradores y por eso cuanto más grandes se muestran tanto son una carga más pesada; Dios en cambio carga con todos y lo hace de buena gana y no se cansa (Isaías 46,1-4). Dios es el que nos origina y posibilita, el que da, el que construye la casa y guarda la ciudad.
Pero lo que anuncia Jesús es un acontecimiento: que este Dios que se difunde porque es bueno, nosólo da sino que ha resuelto darse, hacerse para siempre Dios-con-nosotros (Mt 1,22-23). Así pues, con la expresión reino de Dios no se refiere Jesús a la relación que tiene siempre Dios con nosotros y que nosotros somos proclives a olvidar o a distorsionar.
3. Reinado y Reino
Así pues con la expresión reino de Dios, Jesús designa ante todo un acontecimiento: la decisión de Dios de reinar ensu pueblo, en la humanidad y en toda la creación. Eso lo entiende no como la determinación de imponer su voluntad por las buenas o por las malas, sino como el establecimiento de una alianza incondicional, una alianza más parecida a la matrimonial que a las alianzas políticas, ya que su contenido es una relación personalizadora, una cercanía absoluta, que, porque está impulsada por el amor, es...
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