politica
el humanismo?
Juan José Bautista S.
Introducción
La discusión más reciente relativa al humanismo se dio después de la aguda
crisis humana y existencial que dejó la segunda guerra mundial, cuyos máximos exponentes serían gente como Sartre, Maritain, Camus y tantos otros.
Por ese entonces muchos filósofos y pensadores franceses y europeos leían
de modo muy entusiastaa M. Heidegger, a quien tomaban como a un filósofo
existencialista y hasta humanista, porque supuestamente Heidegger, en su
obra Ser y tiempo, proponía una vuelta al ser humano como “da-sein”, o “ser
ahí”. Éste, en sus Cartas sobre el humanismo, se encargó de desmentir que
su obra sea existencialista. Es cierto que en dicha obra trata o tematiza la
“existencia”, pero no en los términos o conlos propósitos del existencialismo,
porque el problema para Heidegger no era el ser humano, o sea el ente, sino
el Ser como fundamento. Según Heidegger, Occidente (o sea la modernidad)
había olvidado la pregunta que interroga por el Ser y por eso es que ya no podía
pensar al Ser sino sólo en términos de ente. De ahí a juicio suyo la decadencia
de la Metafísica y el auge de la ciencia y latécnica.
En El humanismo del otro hombre Lévinas planteó por primera vez la posibilidad y necesidad de pensar un humanismo “distinto” (no meramente
Revista número 14 • junio 2004
Por ese tiempo, E. Lévinas escribía un librito poco conocido llamado El humanismo del otro hombre en el que se enfrentaba a la discusión europea del
existencialismo, pero también a Heidegger. En realidad Lévinashabía empezado su distanciamiento respecto de Heidegger en textos anteriores, como por
ejemplo De la existencia al existente, o El tiempo y el otro, donde ya empezaba a mostrar su distanciamiento no sólo de su maestro Husserl, sino también
de Heidegger, quien había sido su compañero de curso en el último seminario
que Husserl dictara en Friburgo.
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diferente) a la tradición occidental, o sea moderna. Como todo el mundo sabe,
Heidegger había sido ya un crítico de la modernidad. Lévinas, como varios de
sus contemporáneos siguieron la pista que Heidegger había dejado, pero en
una dirección o tradición distintas. Para ello Lévinas tuvo que acuñar varias
categorías para poder hacer inteligibles las sendas queestaba descubriendo
y que conducían a muchos otros bosques. En ese intento, Lévinas acuñó por
primera vez la categoría de “El otro”, que no es lo mismo que “lo otro”.
Para Lévinas, Heidegger fue el más eminente ontólogo de la modernidad occidental que pudo formular del modo más acabado la forma cómo es que Occidente
piensa los problemas, como en este caso el ser humano. Occidente siempre piensalos problemas desde los “universalismos”, o sea desde abstracciones, desde
conceptos o categorías generales, abstractas y hasta vacías de contenido, desde
definiciones formales ‘en general’, y desde ahí desciende a lo empírico o singular.
Desde el absoluto explica a lo relativo. Desde el Ser se puede entender el ente.
Pues bien, desde la década del 30 del siglo XX, Lévinas fue mostrando poco apoco cómo, cuando se piensan los problemas humanos desde los universalismos, lo radical y concretamente humano empieza a desaparecer, porque es
imposible que el concepto atrape definitivamente algo profundamente moviente, como es el ser humano histórico. La pista la había dado el propio Heidegger en su Ser y tiempo cuando decía que al “ser-ahí” (como ser humano) no
se lo podía entender en elcontexto de las teorías, sino en el “mundo de la vida”
(Lebenswelt), porque el “ahí” es precisamente el “mundo”. Sin embargo, ni el
propio Heidegger había podido salir de esta encrucijada, por eso es que volvía
a proponer conceptos universales y abstractos. Lévinas en cambio intentó
hacer el pasaje del universal al singular y concreto desde su De la existencia
al existente, donde muestra...
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