principios del trabajo social
La aceptación de principios comunes logra que haya coordinación efectiva entre servicios que puedan diferir considerablemente en entre sí, tanto en su objetivo, como en su organización, y además en la forma en que el personal ha sido adiestrado para desarrollar el trabajo.
Estos principios pueden ser enunciados en forma simple, pero es, cuando se intenta aplicarlos en la práctica, cuandoes posible apreciar cuan profundos son, y lo complejo y difícil que resulta su aplicación.
Mientras que en el siglo XIX era el valor económico del cliente el criterio principal que usaban las trabajadoras sociales para decidir si un cliente “merecía” ayuda; en la actualidad la trabajadora social basa su convicción en el “valor” esencial de todo ser humano. La convicción en la dignidad delindividuo se expresa en los principios básicos del trabajo social que vamos a considerar. Los tres principios básicos son: Aceptación, autorresponsabilidad y confianza en sí mismo.
Al creer en el valor del individuo resultara más fácil aceptarlo tal como es, con todas sus potencialidades y fallas, sin crítica ni condena. También se les reconoce el derecho de tomar sus propias decisiones y de serresponsables de sus propios asuntos. El individuo tiene el derecho a tener vida propia, y debe tener presente aceptar, que, al hacer uso de los servicios sociales, sus asuntos privados nunca serán revelados a otros.
Las trabajadoras sociales han sido descritas en forma pintoresca como Janus o Jano, el dios de las dos caras, ya que debe ver hacia el individuo y hacia la sociedad.
PRINCIPIOSBASICOS DEL TRABAJO SOCIAL DE CASOS
(DAVISON, Evelyn)
PRINCIPIO DE LA ACEPTACION:
La palabra aceptación se refiere a la actitud de una trabajadora social para con el usuario, viene a ser el respeto hacia el como persona, y reconoce su derecho a ese respeto humano, independientemente de lo que haya hecho o dejado de hacer.
La aceptación transfiere al usuario la impresión de que hay alguiencuyo interés por él es genuino y de que en realidad desea entenderlo y ayudarlo.
Es conveniente y de esperarse que las trabajadoras sociales se mantengan firmes a los valores positivos que son reconocidos como contribuyentes para el bienestar común, por otro lado seria desafortunado que se les considere inclinadas a criticar o reprobar a aquellas personas que no cumplen con lo que la sociedadespera de ellas. El aceptar a una persona no da lugar a censurarla o condenarla; es más, esto implica que la trabajadora social debe renunciar al papel de juez.
Nos preguntaremos ¿acaso la conducta del usuario no solo está mal dirigida y es inefectiva, sino que además es antisocial o inmortal? ¿En qué forma se pueden aceptar sus faltas sin condenarlas? Supongamos, por ejemplo, que la señoraAbb se hubiera portado mal con sus niños con mucha crueldad y hubiera persistido en dicha conducta, siendo el deber de la trabajadora social la protección de los niños, ¿habría sido imposible aceptar a la madre? Por supuesto que tendría el deber de proteger a los niños, podría incluso ser la persona al través de la cual la sociedad imponer sus sanciones, como, por ejemplo, quitándole a los niñospor medio de una “orden de persona inadecuada”; pero independientemente de eso podría aceptar a la madre y tratar de hacerle ver, que no obstante la consecuencia inevitable de su conducta, la trabajadora social seguía interesándose por ella y trataba de ayudarla. Desde luego que lo anterior es más fácil decirlo que hacerlo y situaciones como esa, ilustran cuán difícil puede ser poner esteprincipio en práctica.
Según Biestek, dice que: “el objeto de la aceptación no es lo bueno sino lo real. El objeto de la aceptación es la realidad pertinente”, cuando se refiere a la gran distinción entre aceptar a una persona y aprobar necesariamente su conducta. La persona real que es nuestro usuario este hecho de esperanzas y temores, de ira y de sentimientos amargos, amores y odios, éxitos y...
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