Procesal orellana
ADOLFO ALVARADO VELLOSO
Profesor de Teoría General del Proceso. Rosario (Argentina)
SUMARIO: 1. Introducción: A) La justicia iberoamericana; B) El inicio de nuevos tiempos.- 2. El proceso: su causa y su razón de ser: método de debate: A) La causa del proceso: el conflicto; B) La posible solución del conflicto; C) La razón deser del proceso; D) El concepto de proceso.- 3. Los principios que gobiernan y definen al proceso como método: A) El principio de igualdad de las partes; B) El principio de imparcialidad del juzgador.- 4. La irrupción del método inquisitorial.- 5. El retorno al método tradicional por su adopción en las constituciones de toda América.- 6. El divorcio de la ley y de la constitución en materiaprocesal.- 7. La imparcialidad judicial y la actividad probatoria del juez.- 8. Corolario.
1. INTRODUCCIÓN Hasta el año de 1983, y consciente de que nadie en Latinoamérica estaba conforme con su Justicia, apoyé decididamente sucesivas modificaciones legislativas que, a la postre, resultaron ser siempre más de lo mismo: otorgar mayores poderes a los jueces e implicarlos espiritualmente en la soluciónde todos los asuntos en los cuales intervendrían, aumentar las tareas que debían cumplir en forma personal, restringir cada vez más la defensas de los derechos de los particulares, reducir a términos insos-
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Texto base de la ponencia presentada al XXVI Congreso Nacional Colombiano de Derecho Procesal (Bogotá, septiembre de 2005).
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pechados los plazosprocesales para las partes litigantes, hacer más angustiosa la labor abogadil, prohijar más y más creaciones procedimentales que terminaron por convertirse en verdaderas trampas para los litigantes, etcétera, etcétera1 . A partir de 1983 —ya retirado del Poder Judicial cuyas filas integré durante exactos treinta y cinco años— descubrí desde el ejerció de la profesión de abogado que la verdadera razónde tanta recurrente ineficacia no se encontraba en los operadores del derecho, ni en el siempre escaso número de jueces, ni en los meandros procedimentales, sino en el sistema mismo de enjuiciamiento: el inquisitivo adoptado en todas partes aun a riesgo de incongruencia legislativa con el régimen constitucional. Desde entonces defendí soluciones diferentes y antagónicas con las que habíasostenido poco tiempo antes2 procurado la existencia de una relación lógica y coherente entre el texto de la Constitución y el de la ley. En octubre de 2002 irrumpió con enorme fuerza similar pensamiento libertario: Juan Montero Aroca, desde España y accidentalmente en San José de Costa Rica3, propició valientemente el alejamiento definitivo del sistema inquisitorial mediante la adopción de un clarosistema acusatorio que asegurara la presencia de un juez imparcial que garantizara la igualdad jurídica de los litigantes en un proceso cualquiera. Creo que a partir de ese día cambió el mundo del derecho procesal, y, luego, más importante, desde la instauración de la polémica que se ha desarrollado en Italia y en la que han intervenido sucesivamente los profesores Verde, Cipriani y Monteleone, con laposterior réplica de Montero. También creo que ha llegado el momento de intervenir en esa discusión y de que lo haga, primero, aprovechando la ocasión del XXVI
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Todo esto puede ser visto en mi libro El Juez: sus deberes y facultades (Ed. Depalma, Buenos Aires, Argentina, 1982) que hoy veo como un simple pecado de equivocación juvenil. Así lo hice tímidamente y en completa soledaddesde la cátedra y por medio de diversas publicaciones que pueden ser consultadas en las más variadas Revistas Jurídicas de la época. En las Jornadas del Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal celebradas en San José de Costa Rica a mediados del mes de octubre del año 2000.
LA IMPARCIALIDAD JUDICIAL Y EL SISTEMA INQUISITIVO…
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Congreso Nacional Colombiano de Derecho Procesal y,...
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