Psicologia
La violencia crece pujante en todas partes. También, por supuesto, en las escuelas, liceos y universidades. Ya no nos sorprende escuchar o leer noticias de enfrentamientosy peleas entre liceos, destrozos de mobiliarios, violaciones y asaltos a mano armada en las universidades, la exigencia de morrales transparentes para evitar que los alumnos introduzcan armas, elcomportamiento violento de algunos estudiantes incluso contra sus propios profesores.
De hecho, los centros educativos aparecen mucho más en las páginas de sucesos que en las de educación. Todo estono debería sorprendernos demasiado dado que la violencia se está convirtiendo en una cultura que ha penetrado todo desde las familias hasta la política, al punto que consideramos normal insultarnos,ofendernos o maltratarnos y nos da miedo salir a la calle tomada por la delincuencia.
Pero hoy quiero abordar un tipo de violencia, que pocas veces se condena por parecer menos peligrosa, pero quecon frecuencia lleva a otros tipos de violencia más evidente y sangrienta. Me estoy refiriendo al bullying o acoso escolar. La palabra bullying viene del inglés “bully”, que significa matón o agresor.En este sentido se trataría de conductas que tienen que ver de una forma reiterada con los insultos, las burlas, las bromas muy pesadas, la intimidación, la humillación, los golpes…
A veces es unindividuo el que acosa y maltrata; en otras, un grupo o pandilla. Por lo general, este tipo de acoso se da entre alumnos de edades comprendidas entre los 6 y los 17 años, aunque la edad de mayorriesgo en la aparición de la violencia se sitúa entre los 11 y los 15 años. Si bien estas situaciones resultan muy comunes en los centros educativos, suelen ser muy dañinas para los que las sufren. Lasconsecuencias van desde el temor a ir a la escuela o el liceo, el desinterés por los estudios y su abandono, el retraimiento, hasta el causar traumas y daños irreparables que pueden llevar...
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