Resumen cuaderno de sarajevo
Juan Goytisolo dejó en su libro “Cuaderno de Sarajevo” (El País/Aguilar, 1993) un testimonio estremecedor sobre la devastación de la capital de Bosnia-Herzegovina por parte de las fuerzas comandadas por Radovan Karadzic, presidente de Serbia, quien por esos hechos pasaría a la historia con el mote de “carnicero de Sarajevo”.
Desintegrada la República Federal deYugoslavia a partir de 1991, el flagelo de la guerra ha cubierto de sangre la península balcánica y sembrado el terror entre los habitantes. Al proclamar su independencia los nuevos Estados que surgieron de la desmembración de Yugoslavia, vino el enfrentamiento con Serbia, la cual, por tener importantes sectores de población en la mayoría de las regiones yugoslavas, buscaba su predominio en toda lapenínsula.
Esta situación se tornó más dramática en Bosnia-Herzegovina debido al choque religioso, y desencadenaría las acciones bélicas de Karadzic animadas por el propósito de exterminio de los musulmanes. El principal objetivo: Sarajevo, la capital, una ciudad de más de medio millón de habitantes, donde se iniciaron intensos combates en abril de 1992.
Juan Goytisolo se hizo presente en dicha ciudadcomo corresponsal de prensa y allí se encontró con la escritora neoyorquina y directora de teatro Susan Sontag, gran defensora de los derechos humanos, empeñada en montar en Sarajevo –como en efecto lo hizo, en un teatro bombardeado y a la luz de las velas– la tragicomedia “Esperando a Godot”.
La limpieza étnica adelantada por Karadzic y sus secuaces representó, durante los 43 meses quepermaneció sitiada Sarajevo, una de las masacres más sangrientas ejecutadas en Europa después de finalizada la Segunda Guerra Mundial. En esta operación perdieron la vida 12.000 personas y se vivieron los peores extremos de la ferocidad humana: violaciones masivas, torturas, campos de concentración, hambre, desalojos y otros crímenes de lesa humanidad.
El “Cuaderno de Sarajevo” describe, con patéticorealismo, los cuadros cotidianos de una población sometida por la crueldad demencial del tirano y expuesta a todo momento a perder la vida en medio de los bombardeos incesantes y los más salvajes sistemas de destrucción, que hicieron revivir la época de Hitler. La ciudad quedó convertida en un espacio humeante, tétrico, lleno de muertos y de heridos, sin agua, luz ni gas y con ausencia absoluta decualquier clase de protección.
Por todas partes saltaban las vísceras, las cabezas, las piernas y los brazos cercenados y se escuchaban los gemidos infinitos de la gente que agonizaba bajo la bota militar de un monstruo suelto, insaciable en su fanatismo religioso y en su instinto demoledor, que buscaba no dejar piedra sobre piedra, acaso para sentirse más déspota y más perverso. Se vieron escenasdantescas como la de aplastar a los niños bajo las orugas de los tanques, para causar mayor pánico en la población civil.
Edificios enteros se habían venido al suelo, y los que permanecían en pie estaban perforados por las descargas de los bombardeos y mostraban una decadencia de años, como si la ciudad se hubiera envejecido en contados minutos. Los tranvías, los buses y los automóviles yacíancalcinados en plazas, calles y avenidas, mientras los osados habitantes que transportaban en bidones el agua escasa existente en algún sitio remoto, hacían verdaderas acrobacias para circular por entre los escombros y protegerse de las lluvias de proyectiles, que podrían dejarlos quietos a cualquier momento y en cualquier lugar.
Los postes del alumbrado público se habían doblado como en unaoración conjunta que imploraba piedad para una ciudad devastada y huérfana. De algunos cables brotaban aisladas chispas eléctricas como constancia de una tecnología agonizante que duraría años en volver a restablecerse. Sarajevo era un mapa de ruina y desolación. Era una ciudad fantasma, cadavérica, pisoteada por la insania de una de esas bestias apocalípticas de las que el mundo no podrá librarse...
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