Roberto Bermejo
Los autores clásicos (Malthus, Ricardo, Mill etc.) tenían la visión de que los recursos naturales eran limitados. Por el contrario, los neoclásicos decían que la tierra era una fuente inagotable de recursos (1870-1970), hasta que en la década de los 60, empezaron a verse los problemas ecológicos que suponía el fuerte crecimiento económico de la posguerra. Por ello,los gobiernos de los países mas industrializados dedicaron unos fondos a la defensa medioambiental, entonces la economía ortodoxa se opuso, y considero que la sostenibilidad y la economía eran incompatibles. Finalmente acabaron aceptando este echo, y por ello defendieron la compatibilidad entre crecimiento ilimitado y libre mercado, por un lado, y la protección de la naturaleza, por otro.
Antelos problemas ecológicos, se publicó el Informe Brundtland, que definía el desarrollo sostenible como <<el desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades>>. Los empresarios crearon el Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible, la Cámara de Comercio Internacionalaprobó la Carta Empresarial para el DS y muchas organizaciones ecologistas y muchos economistas miembros de la Asociación Internacional para la Economía Ecológica defendieron al idea de cuidar el medioambiente.
El DS tiene una filosofía de rasgos positivos: la necesidad de conservar los recursos y funciones naturales y la necesidad de alcanzar el bienestar de la generación actual y futura.Desde el punto de vista de la economía ortodoxa, la única solución al problema ambiental que se puede diseñar es una de mercado. La actividad económica produce efectos (externalidades), normalmente negativos, sobre otros agentes económicos, sin que medie ningún pago por los mismos. Por ello, la solución será determinar su correcto valor de mercado e internalizarlos en el, para que los agenteseconómicos tengan en cuenta los costes ambientales. Una vez establecidos los “precios correctos” hay que integrarlos en la política económica por medio de instrumentos económicos, como impuestos ambientales o permisos de contaminación comercializables.
Pero esta teoría se contradice. Por un lado, está la imposibilidad de la valoración, porque tratar de valorar una totalidad compleja como la biosferaresulta un despropósito. Otro fallo es que la teoría se asienta en el mecanismo de mercado, que realiza una gestión sostenible de los bienes naturales que tienen valor de mercado. Que esto es falso lo aprueba la destrucción de la tierra cultivable, la destrucción de los bosques…
La idea de la internalización de las externalidades y liberación, no es adecuada porque las valoraciones del ambiente serigen según la técnica de la Valoración Contingente que depende de la magnitud del problema, del nivel de renta y del grado de conciencia ecológica. Pero dependiendo de cada país los tres factores citados varían mucho y por ello los impuestos medioambientales deberán ser muy diferentes.
La sostenibilidad conlleva una serie de costes, estos se enuncian de forma clara al menos en tres teorías. Laprimera considera que los fondos destinados a la defensa ambiental consiguen los dos objetivos que se pretenden lograr: la conservación del ambiente y el crecimiento. La segunda teoría, plantea que para defender el ambiente es necesario ser rico y estar incrementando la riqueza constantemente, así los países pueden permitirse el lujo de realizar un gasto ambiental significativo. Por último la tercerateoría se divide en dos, los que piensan que los gastos ambientales se justifican siempre por la mejora de la calidad de vida, y por otro lado están los que proponen que se contabilicen todos los factores para poder definir si el balance es positivo o negativo.
Existe la idea de que el crecimiento es la única garantía de sostenibilidad, esta idea es muy atractiva para los ortodoxos. Por ello,...
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