Ruptura con los hermanos
El pecado nos separa contra nuestros hermanos. El pecado cometido contra Dios es pecado cometido contra los hombres; así como cuando pecamos contra el hombre pecamoscontra Dios del que aquél es imagen. No podemos olvidar que "quien explota al necesitado afrenta a su Hacedor" y que en el día del juicio se dirá: "Cada vez que no lo hicisteis con uno de estos humildestampoco lo hicisteis conmigo".
En virtud de un arcano y benigno misterio de la voluntad divina, reina entre los hombres una tal solidaridad sobrenatural que el pecado de uno daña a los otros,repercute en los demás hombres y no sólo en aquellos a los que directamente podamos perjudicar por algún pecado que les ha afectado personalmente. Cuando se ofende a Dios y se perjudica al prójimo seintroducen en el mundo condicionamientos y obstáculos que van mucho más allá de las acciones y de la breve vida del individuo. Afectan asimismo, al desarrollo de los pueblos cuya aparente dilación o lentamarcha debe ser juzgada también por esta luz. Todo pecado tiene, pues, consecuencias y dimensiones sociales.
EL PECADO DESEMBOCA EN LA DIVISIÓN ENTRE LOS HOMBRES
El pecado desembocadramáticamente en la división de los hermanos y constituye como una especie de "suicidio" del mismo hombre, también su equilibrio interior se rompe y se desatan dentro de sí contradicciones y conflictos.Desgarrando de esta forma el hombre provoca casi inevitablemente una ruptura en sus relaciones con los otros hombres y con el mundo creado.
Convierte al hombre en un extraño y en un enemigo para loshermanos.
La auténtica realidad del pecado es la desobediencia a Dios; es violación de la Ley de Dios, tanto cuando se opone a su voluntad manifestada por su revelación sobrenatural como cuando, volandovoluntariamente la conciencia, se opone a las "inclinaciones profundas de su naturaleza, que le orientan al bien y que son la fuente de toda otra ley que pueda ordenar la convivencia humana"....
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