Rusia en el siglo 19
LOS ZARES RUSOS.
El absolutismo en Rusia fue incomparablemente mayor que en otros Estados europeos. La historia de Rusia en el siglo XIX fue en gran medida la historia de sus zares.
Alejandro I (1801-1825), el vencedor de Napoleón, inició su reinado con reformas liberalizadoras de las leyes y de la administración, como fueron la creación de un consejo de Estado y de unParlamento (Duma), pero tras las guerras napoleónicas se inclinó por una política ultraconservadora, manteniendo como único avance liberal la autonomía del reino de Polonia y su Carta constitucional, aunque la Dieta polaca (Parlamento) fue reunida muy pocas veces.
Con Nicolás I (1825-1855) empezó la etapa de mayor expansión imperialista y de mayor represión interior. Su corrupta administración seinició con el aplastamiento de la revolución liberal decabrista o decembrista que en 1825 estalló en San Petersburgo, de características similares a las que sacudieron Europa en los años 20.
Sus órdenes de abrir fuego de artillería contra la población civil en esta revolución pusieron de relieve la crueldad que estuvo presente a lo largo de su reinado. Nicolás I ejercería una gran influencia entoda Europa, sobornando o atemorizando a príncipes alemanes, introduciendo agentes secretos o interviniendo directamente con su ejército, como lo hizo al aplastar a los nacionalistas húngaros sublevados contra el emperador austriaco.
Su política interior se basó en impedir la difusión de las ideas de la Revolución Francesa; para ello restableció la policía secreta, reprimió toda libertad deexpresión y creó campos militares de deportación en Siberia.
El gobierno de Nicolás I fracasó en su política económica, pues se endeudé progresivamente, y tuvo que hacer frente a las acciones campesinas que estallaban espontáneamente todos los años a causa de la miseria y el hambre.
El problema político más delicado que afrontó fue el de los nacionalistas polacos. Nicolás I no convocó en todo sureinado a la Dieta polaca, aumentando así el descontento que, convenientemente dirigido por sociedades secretas, desembocó en la revolución de 1830. Esta rebelión fue organizada por la aristocracia y la pequeña nobleza campesina, y consiguió expulsar a los rusos de Varsovia y proclamar la independencia. Sin embargo, al año siguiente fue aplastada por el ejército zarista, que desencadené una represióndurísima con cientos de fusilados y miles de exiliados, anulando además la Constitución y el Parlamento polacos.
La última aventura de Nicolás fue la guerra de Crimea, aunque moriría antes de ver su derrota: el zar aprovechó un conflicto de los monjes ortodoxos en Palestina para desencadenar una ofensiva diplomática contra el imperio otomano, exigiéndoles el derecho ruso a la tutela de lascomunidades ortodoxas en los Balcanes.
Al no obtener una satisfacción plena, ordenó al ejército que ocupase los principados turcos del Danubio, esperando la no intervención de Inglaterra. Esta guerra fue para el zar una cruzada en defensa de la religión, una lucha contra ¡as ideas liberales de Occidente, y, al producirse el desembarco anglo-francés en Crimea, una defensa sagrada de la “Madre Rusia
Laguerra puso de manifiesto las graves deficiencias de la organización social y militar de Rusia, y si la ciudad de Sebastopol logró resistir un año se debió más a la ineptitud de los militares ingleses y franceses, que a la eficacia del ejército ruso. Esa sería la primera guerra moderna de trincheras, con bajas elevadísimas (más de 100 mil por cada bando), y la derrota rusa trajo como consecuenciala pérdida de influencia en los Balcanes y la neutralización del mar Negro. Rusia se convirtió en una potencia de segundo orden.
Alejandro II (1855-1881), sucesor de Nicolás I, inició una política liberalizadora, concediendo mayor libertad a la Iglesia católica polaca y a las universidades rusas. Disminuyó la censura de libros, permitiendo la difusión de muchos que habían estado prohibidos, y...
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