salud ocupacional
29 abril, 2013 Posted by José Manuel Barco Sousa under RSC
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La competencia es el elemento regulador del mercado que debería contribuir a quecada vez los bienes y servicios producidos sean mejores, se produzcan de forma más eficiente y respondan más adecuadamente a las necesidades y demandas de los consumidores. Más allá del deber reguladorque compete a los gobiernos y del escrupuloso cumplimiento de la legislación al respecto que debe caracterizar la actuación de las empresas, de éstas se espera lealtad y buena fe, un comportamientoético que, a través del juego limpio, alimente una sana competencia que contribuya a la mejora continua de todos los oferentes de bienes y servicios.
Dando un paso más allá es necesario también quelas organizaciones se incorporen a asociaciones y foros de interés común con sus competidores, lo cual puede llevarse a cabo adhiriéndose a asociaciones profesionales o empresariales de caráctersectorial y/o territorial o participando en proyectos de cooperación sectoriales.
Sin duda, las alianzas empresariales generan valor para los que participan en ellas. Según la consultora Booz Allen &Hamilton Analysis (http://www.boozallen.com), las 25 empresas de EEUU más activas en cooperación empresarial presentan unas tasas de rentabilidad del 17,2%, un 5% más que la media de las 500 empresas delranking de la revista Fortune; el mismo estudio, realizado en 2000, revela que esta cooperación se da en todas las industrias.
La cooperación empresarial es una fuente de ventajas competitivas: secrea valor a través de la cooperación (distintos actuantes del mercado se convierten en aliados), el complemento (combinación de diferentes recursos y capacidades para la generación de sinergias) yel conocimiento (transferencia de tecnología y know how).
Ciertamente, a través de las alianzas, las organizaciones son capaces de superar muchas de sus limitaciones. Sin embargo, para éstas...
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