Sam Giancana
La larga sombra de un gángster brutal
Fue hombre de Capone. Dicen que mandó matar a Marilyn Monroe y que participó del crimen de John Kennedy
Por RICARDO V. CANALETTI. De la Redacción de Clarín
A los 15 años, en 1923, a Sam "Mooney" Giancana le gustaba pasearse por Chicago con alguna chica colgada del brazo. Llevaba un puñal en lacintura y un revólver en cada bolsillo del sobretodo negro, abrigo que le quedaba tan grande que no se le veían las manos.
Su padre, Antonio, un siciliano que vendía frutas y verduras en la calle con su carro, no quería un hijo así y lo echó de casa. Pero Mooney volvió. Antonio se preparó para darle una nueva paliza con el cinturón. Cuando se acercó, Mooney lo rodeó y apoyó el puñal en la gargantade su papá. "Desde ahora vas a hacer lo que te diga. Nunca olvides que te perdoné la vida. Si lo olvidás, te mato."
A esa edad, Sam Giancana se convirtió en el jefe de su familia y, además, en un asesino de la Mano Negra, una banda que en Chicago comandaba Joe Espósito.
Por esos años escuchó por primera vez el nombre de Joseph "Joe" Kennedy, el padre de quien sería presidente del país. La BandaPúrpura, un grupo violentísimo de la mafia judía de Detroit, quería matarlo porque no les había dado su parte en un negocio de contrabando de licor. Kennedy, desesperado, acudió a Espósito, que hizo una llamada y le salvó la vida.
A los 21 años Giancana pasó a la banda de Al Capone, y se lo señala como uno de los matones que participaron en la Masacre del Día de San Valentín, donde sietegángsters rivales de Capone fueron acribillados en un sótano.
Cuando Al fue a la cárcel, Mooney se unió a Murray Humphreys, experto en operaciones sindicales. Como la ley seca estaba por terminar y el contrabando dejaría de ser negocio, cosa nostra buscaba nuevas posibilidades.
Humphreys le mostró la importancia de controlar a los trabajadores, ya fuera por medio de la violencia o por la amenaza deldespido. Podían disponer de la cuota sindical y, a la vez, los empresarios les pagaban para evitarse problemas con los trabajadores. Todo esto les daba el poder de dirigir los esfuerzos de los obreros en apoyo de cualquier proyecto, por ejemplo, manipular elecciones.
Giancana, que cada vez era más fuerte en Chicago, se relacionó personalmente con los socios de Nueva York, Lucky Luciano, Meyer Lanskyy Frank Costello. A propuesta de Lansky, invirtieron en Cuba. Pronto la isla se convirtió en la puerta de entrada de droga. Hasta la CIA se asoció al negocio de la heroína y al blanqueo de las ganancias, que luego se usaba en sobornos políticos.
El éxito de la revolución de Fidel Castro en 1959 fue un gran problema financiero. Todos perdieron millones. Se dijo que la CIA le pidió a Giancana quepreparase un plan para envenenar a Fidel y, también, que entrenase a los anticastristas que querían retomar el poder.
Un pedido de auxilio lo hizo olvidar momentáneamente de Cuba. Era Joe Kennedy, que quería que sus viejos amigos lo ayudasen para que su hijo John (JFK) ganara la presidencia en las elecciones de 1960. Sam, loco de ambición, puso dinero y dirigió a los sindicatos. Al final JFKllegó a la Casa Blanca y Mooney creyó que era dueño de un presidente.
Pero entonces Joe ya no atendió más el teléfono, JFK dejó de recibir a sus enviados y su hermano Robert, secretario de Justicia, inició una campaña antimafia. Sam se sintió traicionado.
Cosa nostra se había interesado en JFK en muchos sentidos. Por medio de productores de cine como Joseph Shenck y figuras como el cantante FrankSinatra, ligados a Giancana y al mafioso de Nueva York Carlo Gambino, los Kennedy disfrutaban de fiestas y reuniones en Hollywood y de la compañía de hermosas actrices.
La rubia Marilyn Monroe frecuentó a JFK y luego a Robert Kennedy, pero en 1962 ambos la evitaban. "No soy un pedazo de carne", gritó ella. En la cima de su fama vivía un caos emocional. En julio amenazó con destapar su relación...
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