“SOBRE TODAS LAS COSAS HAY SIEMPRE DOS PUNTOS DE VISTA” O EL DERECHO A PONER TODO EN DUDA”
CAPÍTULO I
“SOBRE TODAS LAS COSAS HAY SIEMPRE DOS PUNTOS DE VISTA” O EL DERECHO A PONER TODO EN DUDA”
Argumento mejor: Presentando lo que es justo.
Argumento peor: Yo lo echaré abajo rebatiéndolo
Para comprender la relatividad de los puntos de vista basta con leer los artículos de dos periódicos dedistinta tendencia política o deportiva: en un caso la decisión arbitral no tiene tacha; en el otro, supone un escándalo. Quizá se lee poca prensa por razones de salud mental; a fin de cuentas no es poco motivo de inquietud informarse de que una misma decisión gubernamental es sagrada para El día y nefasta para La noche.
“Sobre todas las cosas hay siempre dos puntos de vista” era el famoso ydenostado lema de Protágoras, a quien se considera por eso mismo “inventor del debate”1. También en la actualidad hay quien no tiene escrúpulos en sostener hoy una tesis y mañana la contraria, pero lo hace avergonzado y, si se ve descubierto, trata de justificarse acogiéndose a otras instancias, a ideales superiores, al cambio de las condiciones, etc.
En cambio, parce que Protágoras no tuvo ningúnpudor en enseñar el arte de las antilogías, es decir, la contraposición de argumentos de fuerza igual y contraria (probar lo contrario de lo que sostiene otro, censurar al que recibe alabanzas, sostener unas veces que la virtud se puede enseñar y otras que no) partiendo de su tesis de la duplicidad de los logoi, los razonamientos y los discursos. Dentro del espíritu “antilógico” de Protágoras, nadase sustrae a la controversia, nada es evidente, indiscutible o inatacable; no existe acontecimiento que no pueda calibrarse desde una perspectiva distinta y opuesta. Y cada óptica produce una argumentación diferente.
Incluso un texto como Pinocho, mucho más moderno, se presta a ilustrar esta idea. Al final del capítulo XVI, el hada de los cabellos azules convoca a tres médicos, un Cuervo, unMochuelo y un Grillo parlante, para averiguar si el muñeco, que han encontrado colgado de un árbol, está vivo o muerto. Súbitamente, Pinocho empieza a sollozar.
“Cuando el muerto llora, es señal de que está en vías de curación”, dijo solemnemente el Cuervo.
“Lamento contradecir a mi ilustre amigo y colega –intervino el Mochuelo-; para mí, si el muerto llora, es señal de que no le gusta morir”.2Comparar con entera libertad pareceres y opiniones en desacuerdo es, en efecto, un excelente modo de crearse opiniones y pareceres propios. Los periódicos harían un buen servicio al lector si se encargasen de confrontar o poner en contraposición dos tesis distintas y antagónicas (garantistas contra antigarantistas, “inocentistas” contra “culpabilistas”, proteccionistas contra cazadores…) en vez dereferir siempre una sola. Por tanto, para elegir con fundamento, motivo y razón entre dos interpretaciones que se nos ofrecen en forma de dicho y contradicho, es esencial saber distinguir los argumentos buenos de los malos. Pero “bueno” significa tanto válido (noción lógica) como persuasivo (noción más psicológica.) Cuatro son las posibles combinaciones de validez y capacidad de persuasión:válido y persuasivo, válido y no persuasivo, no válido y persuasivo, no válido y no persuasivo. Lo ideal sería que un razonamiento válido resultara también persuasivo. El único caso que no presenta problemas es el del razonamiento no válido y no persuasivo. Si es válido, pero no es persuasivo, el peligro es relativo: solo una ocasión perdida. El caso más preocupante sin género de dudas es aquel en elque un razonamiento no válido resulta persuasivo y origina un razonamiento engañoso, que puede ser un sofisma intencionado o una falacia involuntaria. Ocurre que el poder de persuasión se convierte en una especie de confirmación de la validez, igual que la eficacia de una medida discutible puede hacerla algo menos discutible a priori, cuando no legítima.
Tras el principio de Protágoras subyacen...
Regístrate para leer el documento completo.