Unamuno Y La Esperanza Desesperada
En “Escritores del siglo XX y cristianismo” de Charles Moeller
Capítulo I:
Las montañas de mi tierra (1864 – 1880)
Unamuno es un joven sensible que comienza a forjarse en su carácter. Su familia lo educó en lo religioso, lo que marcaría para siempre su vida y, por lo tanto, sus escritos. Sin embargo, su espíritu crítico y agudezacomenzaba a aflorar mediante la lectura de libros de controversia y apología religiosa.
1. El misticismo infantil
El contexto que rodea a Unamuno hace fácil el desarrollo de un alto grado de espiritualidad. Rodeado de personas devotas, de un paisaje paradisiaco, Unamuno empieza desde su niñez una vida marcada por el misticismo
Todo este tiempo místico que vivió en su infancia será, a lolargo de vida, un momento que añorará siempre. Nunca tendrá la paz que tiene aquí, en este tiempo en el que el joven Unamuno creía y anhelaba la santidad.
2. La voracidad intelectual
A todo lo anterior, se le contrapone otra arista esencial de Unamuno: su deseo de saber. Su espíritu inquieto le pedía más lectura, más saber, más pensar y reflexionar en las cosas intelectuales. Esta oposicióncomenzaba a interponer un haz de conflicto en la vida del joven, pues comenzaba a poner su fe ya no en la espiritualidad religiosa, sino que en la inteligencia humana, en el saber filosófico y la literatura.
Diversos autores lo impulsaron en su imaginación y en su amor por la filosofía. Destacable es la relevancia de Kant y Hegel en la configuración del pensar de Miguel de Unamuno. A partir de estaactividad filosófica, Unamuno siente desprecio por las personas que creen y se conforman en eso sin meditar, sin ahondar en aquello que creen. Unamuno se dedica toda su vida a eso, a pensar en aquello que cree, a meditarlo, criticarlo y a defenderlo. Configura así su lineamiento de vida.
3. “Hace muchos años ya, siendo yo casi un niño…”
El llamado divino guía a la sabiduría el conflictoentre la razón y la fe. Aquí comienza a configurarse su tragedia. Este llamado se hace patente en Miguel de Unamuno y, como el mismo lo describe, las dos veces que éste pregunto qué deseaba Dios para él, éste le respondió claramente.
Es una anécdota la que lo marca para toda la vida:
Hace muchos años ya, siendo yo casi un niño, en la época en que más imbuido estaba de espíritu religioso, se meocurrió un día, al volver a comulgar, abrir al zar un Evangelio y poner el dedo sobre algún pasaje. Y me salió éste: <<Id y predicad el Evangelio por todas las naciones.>> Me produjo una impresión muy honda; lo interpreté como un mandata de que me hiciese sacerdote…
En esta experiencia Miguel de Unamuno interpreta un llamado de Dios, un mandato divino. Sin embargo, cuando conoce a sumujer, éste decide no entregar su cuerpo a Dios, sino que dedicarse a la escritura. Sostiene que la vida de escritor en apología de Cristo es lo más adecuado a su forma de ser, a lo que realmente correspondía su llamado.
Capítulo II:
La razón atea
1.- Racionalizar la fe
Influenciado por el contexto, en 1872 Unamuno siente que se enfrenta a un nuevo mundo que no le devolverá la paz nuncamás. Es alcanzado por la fuerza de la razón y el intenta con todas sus fuerzas mezclarla con su fe, racionalizar la fe.
Intentó entender el infierno, donde veía un absurdo inmoral debido a la desproporción entre lo finito e infinito, lo que le provocó la primera gran pugna interna. Asumió en carne viva el pecado y la condena como consecuencia de su catolicismo heredado y de su moral inflexible.Esto le produce angustia que intenta aplacar en su fe-confianza en la salvación.
Su desesperado intento por racionalizar su fe termina por oscurecerla más todavía, pues cada acercamiento lo llevaba a más meditaciones filosóficas que no encontraban bases en su fe religiosa
2.- Amor y Pedagogía
2.1. “La enorme lectura de filosofía que me engullí”
El ateísmo que lo paralizaba se...
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