va mi hijocuando vuelc
En cada rincón del bosque ve centelleos de alambre
Personificación
Su corazón clama por él a gritos
La naturaleza se halla detenida a la vera del bosque, esperándolo....
Exclamación
¡oh, no es su hijo, no!
¡pero donde, en qué parte1
Epíteto
Ese padre de estomago y vista débilesEl padre de sienes plateada y la criatura de trece años.
Metonimia
Un hombre de carácter
Deixis
Regresa empapado d sudor, y aunque quebrantado de cuerpo y alma sonríe de felicidad
VOCABULARIO
Linde: limite de un reino o provincia. Termino o línea que separa una heredad de otras.
Casal: pareja de macho y hembra.
Cinegética: arte de la caza
Yacú-toro: Yacú de grantamaño. Del guaraní, yacú, ave negra del tamaño de una gallina pequeña.
Surucuá: Voz guaraní, ave de mil colores. En el río de la Plata, Zurucuá, pájaro de hermoso plumaje y muy manso.
Amenguar: disminuir, menoscabar. Deshonrar, infamar.
Nimio: insignificante, sin importancia.
Pedregullo: Argentina. Piedras menudas, conjunto de piedrezuelas para hacer rellenos o mortero.
Abra:trocha, camino abierto entre la maleza. Grieta producida en un terreno por
efecto de concusiones sísmicas
Espartillo: barbas que cría la cebolla de azafrán, cazar pájaros con espartos untados de liga.
Albeante: blanca
Source:
http://html.rincondelvago.com/el-hijo_ho...
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Otras respuestas (1)
aquarios respondido hace 8 años
El hijo
HoracioQuiroga
Es un poderoso día de verano en Misiones, con todo el sol, el calor y la calma que puede deparar la estación. La naturaleza, plenamente abierta, se siente satisfecha de sí.
Como el sol, el calor y la calma ambiente, el padre abre también su corazón a la naturaleza.
-Ten cuidado, chiquito -dice a su hijo, abreviando en esa frase todas las observaciones del caso y que su hijocomprende perfectamente.
-Si, papá -responde la criatura mientras coge la escopeta y carga de cartuchos los bolsillos de su camisa, que cierra con cuidado.
-Vuelve a la hora de almorzar -observa aún el padre.
-Sí, papá -repite el chico.
Equilibra la escopeta en la mano, sonríe a su padre, lo besa en la cabeza y parte. Su padre lo sigue un rato con los ojos y vuelve a suquehacer de ese día, feliz con la alegría de su pequeño.
Sabe que su hijo es educado desde su más tierna infancia en el hábito y la precaución del peligro, puede manejar un fusil y cazar no importa qué. Aunque es muy alto para su edad, no tiene sino trece años. Y parecía tener menos, a juzgar por la pureza de sus ojos azules, frescos aún de sorpresa infantil. No necesita el padre levantarlos ojos de su quehacer para seguir con la mente la marcha de su hijo.
Ha cruzado la picada roja y se encamina rectamente al monte a través del abra de espartillo.
Para cazar en el monte -caza de pelo- se requiere más paciencia de la que su cachorro puede rendir. Después de atravesar esa isla de monte, su hijo costeará la linde de cactus hasta el bañado, en procura de palomas,tucanes o tal cual casal de garzas, como las que su amigo Juan ha descubierto días anteriores. Sólo ahora, el padre esboza una sonrisa al recuerdo de la pasión cinegética de las dos criaturas. Cazan sólo a veces un yacútoro, un surucuá -menos aún- y regresan triunfales, Juan a su rancho con el fusil de nueve milímetros que él le ha regalado, y su hijo a la meseta con la gran escopeta Saint-Étienne,calibre 16, cuádruple cierre y pólvora blanca.
Él fue lo mismo. A los trece años hubiera dado la vida por poseer una escopeta. Su hijo, de aquella edad, la posee ahora y el padre sonríe...
No es fácil, sin embargo, para un padre viudo, sin otra fe ni esperanza que la vida de su hijo, educarlo como lo ha hecho él, libre en su corto radio de acción, seguro de sus pequeños pies y manos...
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