Variado
Introducción
El modelo de educación en enfermería de salud pública que la Fundación Rockefeller (FR) exportó en las décadas del treinta y cuarenta correspondió a la idea de formar a una elite dentro de la enfermería, consistente en personal paramédico de nivel universitario que tuviera más que un barniz de conocimiento científico-técnico, con lafinalidad de apoyar a los médicos modernos cuyo desarrollo la FR también propugnaba. En este trabajo reviso el proceso de negociación del proyecto de cooperación de la Fundación Rockefeller con el gobierno de Venezuela para el establecimiento y orientación de la Escuela Nacional de Enfermeras (ENE) en Caracas y las vicisitudes de realización de dicho proyecto en un contexto muy diferente del que lesirvió de origen.1
El proyecto
Después de la experiencia fallida de un antiguo programa de malaria y fiebre amarilla, comenzado en 1916 y finalizado abruptamente en 1932 por las condiciones políticas desfavorables en Venezuela, las relaciones entre el gobierno venezolano y la División Internacional de Salud (de aquí en más DIS) de la Fundación Rockefeller se restablecieron en 1936después de la caída del régimen del dictador Juan Vicente Gómez, en un período de intensa re-institucionalización del país bajo el signo modernizador.2 A comienzos de 1936, el doctor Enrique Tejera, uno de los pocos investigadores médicos en el país, tenía bajo su responsabilidad reorganizar el sistema nacional de salud como ministro de sanidad y asistencia social.3 En esas circunstancias, se dirigió aW. A. Sawyer, director de la División Internacional de Salud (DIS) de la Fundación Rockefeller, para explorar la posibilidad de una nueva colaboración de esa Fundación con el gobierno venezolano en materia médica. 4 Concretamente solicitó ayuda a la DIS para un programa de sanidad rural, la construcción de un instituto de higiene, el mejoramiento de la provisión de agua y disposición de excretas yel adiestramiento del personal requerido para el trabajo sanitario a ser desarrollado. Todavía reluctante a establecer un programa en Venezuela, la FR acordó retomar la concesión de becas y prometió visitas de consulta del señor E. H. Magoon, ingeniero sanitario de la División, del doctor Molloy y de la señorita M. E. Tennant, personal de la División.5
La situación en los servicios estabalejos de ser perfecta. El atraso educativo general del país imponía limitaciones a lo que podía intentarse. De acuerdo con Sawyer, las actividades estaban dispersas y se carecía de personal adecuadamente adiestrado. Por encima de todo, el país tenía demasiada prisa, lo cual de por sí constituía un problema.6 No obstante, menos de una década más tarde, la FR reconocía que Venezuela tenía uno de losdepartamentos de salud más progresistas de América Latina. En 1946, Rolla B. Hill, funcionario de la DIS para la región del Caribe, escribía en su diario:
Venezuela es el país en esta área con las mayores posibilidades de desarrollo. [Los venezolanos] han hecho mucho por sí mismos, tienen una buena organización sanitaria y están orgullosos de sus logros y de su país. Parece lógico suponer que selos puede ayudar a desarrollarse aún más.7
A fines de la década del treinta y en la década del cuarenta, la abundancia relativa de fondos disponibles le permitió al gobierno venezolano gastar liberalmente en la construcción de un servicio nacional de salud pública sobre una base relativamente autónoma. Podía comprar equipos y financiar personal en una escala que no podían permitirse otrospaíses de la región. Al desarrollar el Servicio Nacional de Salud se puso énfasis en la provisión de personal plenamente adiestrado, haciendo crecer gradualmente, pero con vigor, varias divisiones centrales y extendiendo progresivamente los servicios de salud a las áreas rurales. La idea era implantar un servicio civil de carrera. La opinión de otro funcionario de la FR, en conexión con el...
Regístrate para leer el documento completo.