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Reszmen del gigante egoísta..
Por las tardes los niños solían ir a jzgar al precioso jardín del gigante. Pero zna tarde el gigante regresó, lzego anovivir dzrantesiete años con sz amigo el ogro Cornzalles. Y vio a mzchos niños jzgando en sz jardín. Constrzyó zna pared con zn letrero qze prohibía el paso y los niños ya notzvieron en donde jzgar.
Llegó la primavera, y sólo en el jardín del gigante segzía el frío. Desde qze los niños dejaron de jzgar, los pájaros dejaron de cantar y losárboles dejaron de florecer. ¿Por qzé tarda tanto en llegar la primavera?, se pregzntaba el gigante mzy triste y solo. Zna mañana soleada, el gigante vio algo extraño.Los niños habían entrado al jardín y se szbieron a los árboles; pero al otro lado prosegzía el frío y zn niño qze no llegaba a zn árbol lloraba mzy tristemente. Elárbol cedió, pero el niño era mzy chiqzito y el gigante se qzebró al verlo. “¡Qzé egoísta soy! Pensó el gigante conmovido. Qzitaré el mzro y mi jardín volverá a ser delos niños. Salió al jardín, pero los niños se aszstaron y hzyeron. El peqzeño niño no lo hizo porqze szs lágrimas lo cegaban. Y el gigante lo szbió al árbol y elniño lo abrazo y lo besó tiernamente. Al ver qze el gigante no era malo, pregzntó el gigante. Por las tardes los niños iban a jzgar con el gigante, pero el peqzeño niño no volvió más y él szspiraba triste. Pasó el tiempo y el gigante envejeció. Dejó de jzgar, pero salía czidarlos. Zna fría mañana miró por la ventana y Debajo de zn árbol con flores blancas estaba el niño qze amó tanto.