27 Abril 1973
PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA, SALVADOR ALLENDE GOSSENS
PRONUNCIADAS DESDE LOS BALCONES DE LA MONEDA
SANTIAGO 27 DE ABRIL 1973
Oficina de informaciones y radiodifusión de la presidencia de la república
1 Archivo Salvador Allende
Pocas veces puedo reclamar más serenidad y más tranquilidad revolucionaria a los trabajadores. Desde hace algunos días, a lo largo del país, y sobre la base intencionadamente equivocada de que el Gobierno pretendería imponer, la
Reforma Educacional que empezaría con la Escuela Nacional Unificada, se movilizó a jóvenes estudiantes, que sin
antecedentes fueron impulsados por una propaganda de prensa y radio insistente; se volcaron a lo largo de la Patria en manifestaciones que culminaron en el día de ayer con actos de desorden, de violencia, tan ajenos a la juventud y tan
propios de elementos pro‐fascistas y fascistas. Impulsaron a esos jóvenes y los infiltraron en sus filas, en Valparaíso, en
Chillan, desde Bío‐Bío al sur, y aún en el norte. Tuvimos que tener informaciones comprobando hechos dolorosos, muy ajenos a lo tradicional en este país.
Aquí en Santiago se cometieron desmanes, con el mismo sentido que perpetraron el paro tenebroso de Octubre del año
pasado; paro que fue derrotado por la lealtad, la firmeza de los trabajadores, y porque las Fuerzas Armadas y de Orden
han sido y son respetuosas del Gobierno y de las instituciones constitucionales. Por eso es que nosotros advertimos con claridad al país ‐ya antes de las elecciones del 4 de marzo‐ que algunos de los voceros de la reacción planteaban que la
lucha no era por cambiar la composición del Congreso, sino por cambiar el Gobierno.
Por ello salí a recorrer el país, no en la calidad de Presidente que interviniera en actos electorales, sino en calidad de
chileno para decirle al pueblo que debía estar vigilante, alerta, firme y sereno; que tuviera confianza en sus propias
fuerzas y en su propio Gobierno; que obtendríamos una victoria que afianzaría la conciencia revolucionaria del pueblo
de Chile. (APLAUSOS)
Sabíamos‐ que para alguna gente el hecho de que los partidos que forman la base política del Gobierno alcanzaran la votación que se obtuvo ‐cerca del 4%, porcentaje nunca alcanzado por un Gobierno después de detentar el poder‐ iba a
significar que sus perspectivas en el campo electoral se cierran. Han caído en la desesperación y buscan la manera de
llevar al pueblo a un enfrentamiento.
Por eso, cuando ayer por la tarde no se tenía conocimiento y conciencia de los hechos, vinieron les compañeros
Dirigentes de la Central Única de Trabajadores, a manifestarme su decisión de estar junto a su Gobierno, y al mismo
tiempo, a impedir que siguiera desatándose la insolencia fascista. Antes habían estado los Dirigentes de la Federación de
la Construcción, quienes, me anunciaron que había 5 ó 6 mil trabajadores dispuestos a salir a las calles si era necesario.
(APLAUSOS) Compañeros, la única manera de debilitar la fuerza del pueblo, la única manera de crear la sensación de que aquí no hay
unidad, es gritar como están gritando ustedes. Eso es lo que pretenden. Eso es lo que buscan. Eso es lo que desean. Que
se produzca el terrorismo entre los trabajadores. No podemos aceptar que frente a los momentos de gravedad, se lleve
al país a lo que precisamente pretenden y desean nuestros enemigos, porque debilitando la base que sustenta este Gobierno, es contribuir, Camaradas, a debilitar la defensa de la revolución. (APLAUSOS)
Por eso, Compañeros, estimé innecesario que salieran los trabajadores. Teníamos la seguridad de que las fuerzas de
orden podrían controlar lo que podía pasar en Santiago. Por eso vi con satisfacción la decisión de los trabajadores de la ...
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