Aborto y Democracia

LA NUEVA LEY DE PARTO OBLIGATORIO

El pasado mes de diciembre, este gobierno de la derecha que nos desgobierna cada día dio a luz un proyecto de ley del aborto denominado de esta forma rimbombante y eufemística: “Ley de Protección de la Vida del Concebido y de los Derechos de la Mujer Embarazada”. Algunos, para abreviar, proponen el nombre de “Ley Gallardón”, en referencia al ministro dejusticia antaño tan “progre” y hogaño sin otra máscara que la del jefe de la conferencia episcopal católica, el señor Rouco Varela, quien parece el inspirador de la reforma. Por mi parte, les propongo usar las siguientes siglas que son de un manejo mucho más rápido y preciso: LPO, es decir, Ley de Parto Obligatorio.
En efecto, la nueva LPO se propone sencillamente convertir en ilegales el 95%de los abortos que el año pasado se practicaron en nuestro país. Fueron 100.000 las mujeres españolas que tomaron esa decisión en 2012. Así de moderada, así de equilibrada, así de protectora de los derechos de la mujer será esta nueva ley. Tan sólo se salvarán de la Nueva Inquisición dos casos extremos, que apenas alcanzan al 5% de los abortos: el caso de violación y el caso de riesgo grave parala salud física o psicológica de la madre. E incluso en esas dos limitadísimas circunstancias, la mujer que decida abortar tendrá que superar un auténtico calvario de pruebas y permisos médicos, con el único objetivo de disuadirlas de semejante crimen.
Desde mi punto de vista, se trata del proyecto más radical y doctrinario que el gobierno ha aprobado hasta ahora (y mira que el señor Rajoy seha saltado varias líneas rojas de nuestro llamado Estado social de derecho, con recortes y reformas como la laboral, la sanitaria, la de la justicia, la educativa, la de seguridad ciudadana… y lo que nos queda). Pero esta reforma del aborto es tan radical porque, además de afectar a todas las mujeres española en edad reproductiva (también a aquéllas que decidirían no abortar, porque a partir deahora, sencillamente, no tendrán nada que decidir), encima nos coloca a la cola de los países europeos y occidentales, pues en todos ellos, salvo en la muy católica Irlanda y en el Vaticano, por razones obvias, el derecho de la mujer a interrumpir un embarazo no deseado o problemático está reconocidos sin discusión. ¿Es que no se habrá dado cuenta la conservadora señora Merkel que en su país la leypermite abortar libremente hasta las 12 semanas y en diversos casos hasta la semana 22? ¿Acaso el también conservador primer ministro británico, el señor Cameron, no siente vergüenza de que en su país los “niños” puedan ser libremente asesinados por sus madres hasta la semana 24 de gestación sin alegar siquiera motivos especiales? Podríamos ampliar la lista a todos los países europeos o bien aotros más lejanos como Australia, Nueva Zelanda, Canadá o incluso la muy puritana EE.UU. También allí, incomprensiblemente, ningún dirigente político y ningún tribunal constitucional han decidido prohibir el aborto…
Y hablando de tribunales constitucionales, cuando estaba en la oposición el PP interpuso un recurso de inconstitucionalidad contra la anterior Ley del aborto de Zapatero. ¿Por qué noha esperado a la resolución de nuestro más alto tribunal? ¿Por miedo a que éste rechace su recurso? Otro Tribunal Constitucional español, el de 1985, cuyos miembros no eran precisamente sospechosos de izquierdismo, ya rechazó un recurso similar de la derecha católica contra la ley de los tres supuestos (violación, riesgo para la salud, malformación), estableciendo que aquí los derechos de lamujer están por encima de la vida del nasciturus (un bien jurídico a proteger, sí, pero no un titular de derechos, pues no es una persona mientras su vida está íntimamente ligada a la de la madre). Con gran cinismo y para aparentar más moderación, el gobierno ha querido equiparar su propuesta actual a aquélla que también recurrió y votó en contra la derecha de hace casi treinta años. Pero la Ley del...