ACUPUNTURA

22.06.10 25
Zenaida Mateos: “Toda enfermedad es siempre una señal”
Rumbo a Cajamarca, a los 20, su ómnibus colisionó. Durante un año los médicos no sabían si volvería a caminar. A los 39, un cáncer la volvió a jaquear. Según la ciencia occidental, ella no debería estar acá. Hoy, ella está más fuerte que nunca. Hoy ayuda a sanar

La acupuntura potencia el sistema inmunológico, por ende ayuda aun paciente con cáncer a soportar mejor una quimioterapia. La terapia pránica trabaja el aspecto emocional, y ayuda a resistir el miedo o la angustia que pueden generar esa enfermedad. Un masaje para el drenaje linfático ayuda al cuerpo a desintoxicarse más pronto. Zenaida Mateos lo sabe y no solo porque lo ha estudiado. Gracias a la medicina oriental, ella siente que tiene una mejor calidad devida. El 2006 conoció al Dr. José Sarolli, juntos desarrollaron el Departamento de Medicina Alternativa y Complementaria del Hospital María Auxiliadora. En un principio, atendían solo los martes. Al cabo de un año, la demanda debido a los buenos resultados y a la abnegada atención exigió que trabajen de lunes a viernes de nueve a seis de la tarde. Reconocidos por el Ministerio de Salud, decidieronabrir el centro de atención integral Artesanador. Zenaida cedió su departamento. Ella es capaz de cederlo todo.
¿Qué sería de usted de no haber tenido cáncer?
No lo sé… No tengo ni idea. Seguramente continuaría la misma vida que hasta entonces había tenido. Pero -para mí-, el cáncer fue una experiencia fantástica. Fue una experiencia de aprendizaje.
Cuando dice “fantástica”, eso puede sonarabsurdo.
Es que para mí el cáncer fue un regalo. Lo que pasa, es que hay regalos que hay que descubrir. Yo no digo que el cáncer sea una experiencia fácil, pero sí es una experiencia retadora.
¿Cáncer a qué le diagnosticaron?
Yo tuve un cáncer muy raro: al intestino delgado. Yo no entendía. Luego, cuando estudié medicina oriental, entendí; pero eso fue muchos años después.
¿Qué tan avanzado estaba?Mucho. Estaba a punto de hacer metástasis. El 80% de los pacientes que lo han superado –y esto me lo dijo el gastroenterólogo- no superan los cinco años de vida.
¿Y eso fue hace cuánto?
Hace 12 años.
¿Cómo se siente?
¡Fantástica!
Usted es una mujer acostumbrada a enfrentar situaciones de crisis, ¿no? A los pocos meses de haber llegado al Perú, a los 20 años, partió en ómnibus a Cajamarca con un grupode amigos. Chocaron, hubo más de 30 muertos, usted pasó más de un año paralizada…
Estuve un año en recuperación: un mes hospitalizada y, todo el resto del año, en tratamiento, llevando un collarín bastante feo. Era una placa de fierro que me agarraba la espalda… ¡Era espantoso! Y claro, yo así comía, dormía, vivía. Siempre mirando hacia arriba; y había días en los que perdía la sensibilidad en laspiernas o en los brazos, días en los que sentía dolores muy fuertes en la columna…
Los médicos no sabían si volvería a caminar.
No sabían hasta qué punto me dañaría la lesión, y estaban extrañados de que no me recuperara… Mira, yo soy terapeuta por los estudios y por la vida, porque hay algo que nadie me va a enseñar: lo que yo misma viví.
Cómo aprendió a sobrevivir.
Exactamente. Entonces, cuandoescuché que los médicos se preguntaban por qué no me recupero –y yo sabía que era súperfuerte, porque siempre había hecho deporte-, me puse a pensar… Mira, ¿médico interior? Lo tenemos ¡todos! Pero no lo escuchamos.
La sociedad moderna nos ha enseñado a no hacerlo.
El que dictamina es el médico, y tú eres un imbécil; él sabe, tú no sabes. ¡No! Tú sí sabes.
Y así, la chica que no sabían si iría acaminar terminó recorriendo todo el Perú como periodista.
¿Sabes lo que hice? Tras preguntarme por qué no me recupero, sin decirle a nadie –¡pero a nadie!- me comencé a ir al fondo de jardín –mis padres eran diplomáticos, así que teníamos una casa muy grande-, y allá me desabrochaba toda la armadura –porque ese collarín era eso: una armadura-, me sentaba y me ‘recontrareconcentraba’, en...