adios

Cuento de amor      
                                            
No. No puedo perderla así. No lo soportaría. No puedo creer que el tiempo haya pasado tan rápido, como si fuera que el destino no quisiera que estuviéramos juntos. Sé que no podre vivir sin ella. Lo sé. Necesito alcanzarla, ahora. Todo esto comenzó el primer día que la vi, el primer día de agosto.
1o de agosto de 1966.-Luca, vení a ayudarme. Necesito que lleves estas leñas a la casa de los Robinson. Las están esperando.   
-¿A la casa del lago? Pero si llevan ya 5 veranos que no vienen.
-Si lo sé. Los señores Juan y Ana se la prestaron a unos amigos muy cercanos a ellos. Ahora llévaselas, corre.

Mi padre y yo conocemos a todas las personas del pueblo. Somos una de las pocas familias que más han permanecido eneste lugar. Vivimos en una pequeña aldea en las afueras de Santa Lucia, llamada Trinidad. Aproximadamente somos unas 600 personas.

Mi padre es leñero. Le gusta cortar madera y vendérsela a los habitantes. Sé que su trabajo no es muy bueno, ya que la paga es mala, pero también sé que él es el mejor para hacerlo. Todo el pueblo conoce a mi padre, y así mismo quiero que me conozcan a mí.

-Luca,Luca. Te estoy hablando, ¡corre!
-Ah, por supuesto papa. Ya se las llevare.

La casa del lago queda a dos cuadras de mi casa. Es la más grande de todo el pueblo. Me encantaba ir a jugar con los niños de los Robinson cuando era más pequeño, pero desde que murió Raquel en ese accidente de coche, los Robinson no han regresado al pueblo.
-Bueno, creo que es aquí. Acuérdate Luca, tocar el timbre,saludar y entregar. Tocar el timbre, saludar y entregar.
Si se habla de modales, mi padre es el mejor en esto. Desde pequeño me ha ensenado a como ser respetuoso con las personas y a como expresarme en público correctamente. Esto es otra cosa que admiro de mi padre. No puedo pensar en una sola vez en donde lo haya visto siendo irrespetuoso a otra persona.
*Ding, ding*
-Estoy en el teléfono. Quealguien abra la puerta por favor.
-Ya estoy yendo mama.
-¿Quién es?
-Eh... Buenos días, les traje unas leñas que mi padre hizo para ustedes.
-Ah, sí. Espere un segundo por favor, que no encuentro la llave. Ya la encontré. Que distraída soy. Perdón por la molestia.
-No importa
-Buenas Tardes, si quieres podría llamar a alguien para que lo ayude con las leñas. Deben ser pesadas.

No puedocreer lo que estoy viendo. Ahí está ella. La niña que siempre he estado esperando. La niña que hará que mi corazón explote. La niña a la cual todavía no he hablado, pero ya la estoy amando.
-… ¿Leñas? ¿Cuáles?
-Las que estas llevando en la mano, jaja. Por cierto me llamo Ana Lucia Delgado.

Ana Lucia Delgado. Ese nombre que siempre he estado esperando. Quizás es un sueno...pero ni en mi sueñospodría imaginarme a alguien tan perfecto como ella.
-Eh... soy Luca. Luca Perdomo.
-Entonces, necesitas ayuda o…
-No, yo puedo solo. Gracias.
-Está bien, sígueme.

La casa que había recordado era muy diferente a esta. Antes, las paredes estaban cubiertas de plantas exóticas, que el señor Robinson traía cuando regresaba de una de sus conferencias en otros países. La casa era más limpia, lasparedes de adentro estaban tapizadas con una tela verde suave, los se veían nuevos y tapizados… pero ahora todo se ve descuidado. Como si llevan años sin darle mantenimiento. Lo que es cierto. Los Robinson nunca le habían prestado la casa a nadie desde que ocurrió el accidente.
 
-Entonces, ¿eres de aquí?
-Sí, siempre he vivido aquí con mi padre.
-¿Si? Esta es la primera vez que vengo a estepueblo
-¿Te gusta?
-Sí, me gusta mucho.
-Que bueno oír eso. Por cierto, ¿en donde dejo estas leñas?
-Déjalas en esa esquina del patio. Te traeré un jugo. Vengo ahora.
 
Todavía no sé lo que está pasando. No sé si es el cielo que está jugando conmigo o si es que mis sueños se han hecho realidad. Todo este tiempo buscándola, todos estos años.  Pero ahora la tengo aquí, ahora. Necesito......