Algo en qué creer.

ALGO EN QUÉ CREER.- Por Felipe A. Aguilar D.
La civilización humana se ha esmerado en construir sus propios órdenes, sus leyes y estatutos para regir sus vidas, buscando la justicia, la paz, pero sobre todo, EL PROGRESO. Lo ha buscado desde su aparición, hace miles de años, cuando comenzó a pensar por sí mismo, a descubrir maneras de sobrevivir, de adaptarse, moviéndose de un lado a otro, hastaque logró manifestar el primer medio de dominio sobre la naturaleza, cuando se volvió agricultor.
Pero el objeto de progreso a considerar más, es el raciocinio. Comenzar a explicar cada fenómeno que lo rodea. Cada día, cada sombra, cada lluvia, cada muerte. Creer que todo tiene una causa y una consecuencia, por absurdas que ambas pudieran parecer, la una ante los ojos del hombre, la otra anteel mirar de los dioses, y viceversa.
Otra palabra más para incorporarse a las destacadas del intento de texto literario bajo mis dedos, absurdez. Sonará ridículo resaltar algunas instancias propias del ser humano, que al relatarlas como simples banalidades pudieran resultar ofensivas para algunos. Pero la verdad no es más que un corazón que se detiene por momentos, ya sea para morir ya sea paradarse un respiro, pero que al despertar genera un golpe de dolor típico de quién desearía fallecer, víctima de un paro cardíaco. Así que sí la verdad duele, es porque carece de falsedad.
Y precisamente sobre la búsqueda insaciable por parte de la humanidad para explicar cada verdad, cada ley, cada acción del universo, con su afán de dar un sentido lógico a lo que ve, creyendo o no creyendo losdecretos proporcionados por los filósofos o científicos. Cada quién toma su partido. El que piensa que la ciencia lo es todo, o el que piensa que no hay nada más satisfactorio que pensar que todo es voluntad de uno o varios entes supremos. Cada uno en contra del otro. Ateos contra religiosos. Los que creen contra los que decretan verdades. Pero, ¿y si la verdad más verdadera (valiendo un pepino sihe redundado) estuviera justo en la línea de la razón y la fe? ¿Y si la razón y la fe pudieran ser una? Entonces estaría yo blasfemando ante la voluntad de la ciencia, y probablemente desangrando siglos de creencias ciegas (blasfemado de nuevo, curiosamente no lo lamento… mucho).
Pero quizá la verdad no es solamente un corazón punzante. Podría ser también un respiro de claridad para los pulmonessobrios, pero hambrientos de un aliento de libertad. Así puede ser la verdad, liberadora, constructora y reconstructora de la razón. Ofrecer con este escrito una solución hacia los conflictos colectivos de la sociedad en lo que a cultura y religión se refiere, sería un atrevimiento digno de represión e incluso cárcel, en algunos países. Pero mejor no me juzguen, a fin de cuentas, pasarán muchosaños para que éste escrito llegue a manos de algún socialista, y si algún día pasa, ojalá sea un utópico, como yo, como mi maestro Cabral, quien entendía perfectamente que la vida no se entiende, sino que se vive, y era un creyente devoto, no solo de su religión sino también de las verdades que la vida revela día tras día para cada uno de nosotros.
Esas verdades duelen, pero al mismo tiemporegocijan, pues qué puede ser más valioso y especial que la sabiduría encerrada den la verdad pura. Y él que se ha ido, así como muchos otros, estuvo en derecho de retirarse del juego, pero no sin dejar sus cartas a la vista de los tramposos, para que al verlas entiendan, que las tretas no son solo para los bribones, sino para los que han aprendido de ellas.
Y así pues, el espíritu humano no puede serreprimido en un cuerpo material. No puede solo vivir por vivir, siempre tiene una razón, y la razón como ya he mencionado, es el conocimiento. Siempre buscar la verdad de las cosas. Entonces, ¿por qué no aceptar una verdad tan simple y enorme que es más clara que el agua embotellada? Esa verdad es objetiva y no puede negarse, es tan pura y grande que aunque la encerrara en una sola oración,...