Algunas consecuencias de la hipótesis del suicidio

Algunas consecuencias de la hipótesis del suicidio

La hipótesis del suicidio, la más fuerte si uno se basa sólo en los indicios recogidos por la justicia y desoye las decenas de versiones periodísticas más o menos interesadas y no presta atención a la testigo delirante y sus denuncias alucinatorias que se esfuman frente a la fiscal y la jueza, es la más complicada, por las consecuencias que suconfirmación acarrearían, las cuales intentaré con poca destreza referir a continuación:

1. La marcha del 18F: Está claro que muchos de los manifestantes que el pasado 18 de febrero marcharon bajo los miles de paraguas que inundaron el centro porteño, lo hicieron con la convicción que el fiscal había sido víctima de una perversa conspiración liderada por los más altos mandos del actualgobierno (KRISTINA ASESINA, digamos, para evitar todo eufemismo). En el caso que se confirmara la hipótesis del suicidio, ¿continuarán marchando contra el gobierno? Es probable que un porcentaje de ellos se niegue a aceptar el dictamen de la justicia, el resto, seguramente encontrará otra excusa para seguir destilando su odio, será la inseguridad, la ANSES, la AFIP, la inflación, la corbata deKicillof, las inundaciones, el calentamiento global… En este caso, al menos para el núcleo duro de la marcha del 18F, todo parece indicar que no cambiará mucho su percepción de la realidad, diga lo que diga la justicia, ni la realidad misma.

2. “El fiscal de la nación”: Algunos opositores han elevado a Nisman al grado de prohombre, acaso tan sólo por acusar a la presidenta de encubrimiento y haberluego muerto de muerte aún dudosa. ¿Qué pasaría con esta chapa de prócer que ya le clavaron en el pecho si se confirmara que se suicidó? Nada, podría decir acaso alguno basándose en recordados suicidas anteriores de la historia política argentina (por ejemplo Lisandro de la Torre, Leandro Alem y hasta el no tan lejano René Favaloro). Sin embargo, se me ocurre, en el caso de Nisman habría unargumento adicional que no hablaría muy bien de él y es el hecho de haberse suicidado (si lo hubiera hecho) sin dejarnos saber cuál era su justificación o el mensaje que habría querido dejar a la sociedad con su suicidio. No, está claro que si Nisman se suicidó lo hizo intencionalmente en silencio, quizás con la intención que su muerte quedara en la nebulosa, que generará la zozobra y la incertidumbreque hoy nos rodea. ¿Qué clase de prohombre es capaz de dañar de tal modo a la sociedad a la que dice defender? ¿Qué pasaría entonces con la chapa de prócer? ¿Se la sacarán? ¿Correrán los mismos que hoy se encolumnan detrás del cartel “Soy Nisman” al cementerio en el que está enterrado el fiscal a pedir la remoción de su cadáver y el entierro en el lugar reservado para los que toman la decisión dequitarse la vida por propia mano? Ojalá no lleguen a tanto y simplemente lo olviden pero está claro que tanto el suicidio como las condiciones que lo rodearon no hablarían muy bien de Nisman ni de aquellos que hoy lo usan para atacar al gobierno.
Si a estas consecuencias se sumaran las posibles implicaciones de una profunda investigación de la actuación del fiscal en la causa AMIA y sus escasosresultados, tal vez no solo quedarían seriamente cuestionados sus hoy flameantes blasones éticos y morales sino también su capacidad profesional.
¿Y si se reconocieran como ciertas todas las acusaciones que el periodista Santiago O'Donnel viene haciendo desde hace años a partir de la filtración de cables de la embajada de EEUU que refiere en sus libros Politileaks y Argenleaks? En boca del mismoO'Donnel, "Nisman iba a la embajada de Estados Unidos y le decían que había que acusar a Irán". Cabe destacar que Nisman jamás le inició causa alguna a O’Donnel ni por la publicación de los cables ni por los dichos del periodista.
¿Y si dados a investigar también los periodistas independientes que abundan en nuestro medio se pusieran a analizar los ingresos del fiscal versus su modo de vida (viajes,...