ambiente
Según estos, y en términos resumidos, los incrementos en la renta petrolera en períodos de precios altos, o la transferencia de ingresos provenientes de los consumidores internacionales del petróleo,constituye un ingreso extraordinario que supera la capacidad de absorción de la economía no petrolera. En consecuencia, estimulan hasta ahora de maneara inevitable la sobre valuación del bolívar e impiden el desarrollo exportador del resto de la industria y los servicios, en particular por los diferenciales de productividad de estos últimos, comparados con las actividades vinculadas a la explotaciónde los hidrocarburos.
En esa línea de trabajo, por ejemplo, García L. prueba, con un trabajo detallado sobre la Tasa de Cambio Real (TCR) y la Paridad del Poder Adquisitivo (PPA)[1], que una de las principales claves a las cuales hay que poner atención en el caso venezolano es al asunto del bolívar sobrevaluado la mayor parte del tiempo. Sobre valuación que incluso se manifiesta, de maneraparadójica, con persistentes superávits en la cuenta corriente de la balanza de pagos. Todo lo cual evidencia que “el país ha mostrado ser incapaz de conciliar los cuantiosos ingresos externos que le depara la venta del petróleo en los mercados internacionales, con la creación de condiciones propicias para un desarrollo sostenido, capaz de asegurar niveles crecientes de bienestar a supoblación”[2].
Así las cosas, y esto lo asumimos como parte importante de nuestra interpretación del fenómeno, hay un problema clave, un tema central del análisis de la economía venezolana y de su política económica. Nos referimos al tremendo diferencial de productividad[3] existente entre, por una parte, las empresas directamente involucradas en la exploración, explotación, transporte, refinación ycomercialización de los hidrocarburos y, por la otra, los demás sectores productivos.
Pero se debe tener cuidado, pues frecuentemente se confunde, se intenta equiparar o se manipula con la idea de que este diferencial de productividad indica también diferencial de eficiencia, competitividad o calidad de la gerencia y del personal que labora en una u otra estructura productiva. Queremos enfatizar que, apartir de ese diferencial, no se puede afirmar que un sector sea más eficiente o más competitivo que el otro, ni que PDVSA haya estado o esté hoy mejor manejada que las demás empresas industriales y de servicios del resto de la estructura productiva existente en Venezuela. Se trata de la alta productividad derivada de la escasez relativa, e incluso se diría absoluta del recurso natural[4] y, porotra parte, del alto acceso a avanzadas tecnologías gerenciales, tanto blandas como duras.
Así pues, desde nuestro punto de vista es posible identificar en Venezuela al menos dos estructuras productivas diferenciadas, económica y organizativamente, además de tecnológicamente. Diremos que en Venezuela se ha desarrollado una estructura productiva dual. Por una parte PDVSA y las empresas, o...
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