america profunda

UNIVERSIDAD NACIONAL DE CORDOBA
FACULTAD DE FILOSOFIA Y HUMANIDADES
Escuela de Letras


Cátedra: Pensamiento latinoamericano
Profesor: Domingo Ighina


Hedor Profundo
Una mirada al pensamiento de Rodolfo Kusch






“Vivir, en suma, es poner el pie en la huella del diablo”

Günter Rodolfo Kusch, es uno de los filósofos del siglo XX que ha innovado, creado e imaginado unaidentidad nacional, pero que sin embargo permanece oculto.
Nacido en Buenos Aires en 1922, de padres alemanes, muere en la misma ciudad a los 57 años, en pleno apogeo de su obra. Los que lo conocieron, lo recuerdan siempre con su grabador a cuesta y su cámara de foto, siempre oportuno para dialogar o callar, siempre bien aceptado por su entrega y participación, a pesar de ser ”gringo”1.
En suobra América profunda, nombra al hedor de América, quizás la frase o concepto que resume su pensamiento. El hedor es el “otro”, el que vive de otra manera, el que no vive detrás de la pulcritud ni buscando esos valores, no es el ciudadano limpio a manera europea, pulcro, bien oliente, sino el del interior, el que huele a tierra y es por eso que, quizás, a Kusch hay que descubrirlo en estacrítica, observar su trasfondo político; él no escribe solamente una visión de la realidad sino que la complementa con lo político y saca a luz el hedor del marginado, del golpeado, del explotado.
Realiza un planteo situado con raíces en el continente, ya que todo pensamiento “sufre la gravidez de un suelo” -por ello no es un pensamiento suelto- ni tampoco elabora una tesis sobre sentimientos,sino que sus repuestas a lo que está pasando, en el momento histórico que vive él, son una visión generada desde el pensamiento seminal andino.
La dialéctica que trasmite Kusch es producto de su trabajo de campo, de largas convivencias con el pueblo, de escuchar y dialogar con los que piensan de esa forma diferente de pensamiento.
Otro de los conceptos fundamentales en su obra es la diferenciaentre el “ser” y el “estar”. La interpretación del estar en este mundo es el resultado de largas charlas en el campo de investigación reforzadas en investigaciones de otros filósofos, psicólogos, antropólogos e historiadores. Pero fundamentalmente porque estaba en el momento correcto de su vida para poder “ver” ese “estar”, ya que su búsqueda no pasaba por “ser”.
En el hedor encuentra una formade hacer visible esta parte del continente oscuro, que no tiene cabida en las ciudades ni en la civilización construida en un ambiente no natural. Abarca y abraza también a una parte de América de la trastienda, del patio de atrás, que no construye las ciudades, sino que las contamina con sus costumbres y sus palabras. Kusch habla del rechazo de los “cultos y civilizados” que habitamos lasciudades (limpias, prolijas, sin hedor) a lo largo de estos cinco siglos transcurridos desde la conquista; de cómo la falta de diálogo aún nos traspasa y de cómo las distancias se mantienen con los pueblos originarios y los que poblaron con su llegada al “vacio” continente.
Los originarios, con su salvajismo, su forma de estar y su hediondez, contaminan taxis, cines, shoppings, las calles con suspasos. Está bien marcado el lugar de unos y de otros, al menos en esta Argentina que le tocó vivir a Kusch, de un exilio interno, exonerado en 1976 de su cátedra en la Universidad Nacional de Buenos Aires.
Sin embargo, luego de recuperar la democracia, no nos fue mejor en cuanto a lo planteado por Kusch, con respecto a la hediondez, con una feroz economía globalizadora homogeneizadora- conun modelo agroexportador extractivo y con monocultivos- que ha dejado la masa del campesinado afuera de todos los negocios y expulsándolos de su lugar agrandando aun mas las villas miserias de las grandes ciudades. Y surge una pregunta: ¿por qué afrontamos este presente sin su legado?, porqué no se ha leído, se ha difundido más su obra? ¿porqué las nuevas generaciones no han podido leer un...