amor a dios
El reconocimiento de la heterogeneidad reinante en el terreno de lo cualitativo, por parte de autores cuya postura puede considerarse militante dentro de las filas del autodenominado “movimiento” o “proyecto” cualitativo, dicemucho a este respecto. Por ejemplo, Denzin y Lincoln (1994) prologan e introducen un manual monográfico sobre “investigación cualitativa” destacando que este campo se caracteriza primordialmente por las tensiones, contradicciones y vacilaciones presentes tanto en su definición teórica como en su aplicación práctica. Ello se debe, en parte —se dirá—, a la utilización de esta metodología en campos conenfoques y objetivos tan diversos como los de la antropología, la sociología, la ciencia política, la administración, las comunicaciones, la educación o la atención sanitaria.
Se ha escrito con profusión en torno a la polémica cantidad-cualidad, y el debate continúa. Además, se viene produciendo una cierta reafirmación de lo cualitativo en los últimos diez años, dentro y fuera del ámbito de lasciencias sociales. Al menos esta es la primera impresión que se tiene al comprobar la concentración, en este período, de títulos publicados con el adjetivo de cualitativo. Sirva de botón de muestra la colección Qualitative Research Methods Series, que lanza Sage en 1985 después de su extensa serie de pequeñas monografías sobre Quantitative Applications in the Social Sciences.
En realidad,podría decirse que esta editorial tan sólo sigue la corriente de una moda arrolladora que ya venía de atrás. No obstante, la letra que se lee, una vez abiertos estos textos, revela enseguida que la insistencia en la dicotomía responde muchas veces a razones editoriales (comerciales) y no acaba de reflejar la complejidad y enorme variedad de posturas existentes bajo el paraguas de lo cualitativo. Losmentores de la colección referida (John Van Maanen, Peter K. Manning y Marc L. Miller) se apre. suran a advertir al lector del riesgo que encierra el etiquetamiento, y apostillan:
“Deseamos poner de relieve las diferencias entre métodos figurados como cualitativos y cuantitativos, pero también demostrar que tales diferencias se disipan cuando se las somete a escrutinio (...) el sabio lectorharía mejor en entremezclar las monografías de las dos colecciones más que apilarlas en estanterías separadas” (Kirk & Miller, 1986: 5).
Si la atención se centra, por un momento, en el otro polo de la disyuntiva en seguida se advierte que tampoco el terreno de lo cuantitativo ofrece un panorama compacto. A pesar del mayor grado de formalización que han alcanzado los procedimientos deinvestigación, tanto en las fases de diseño y recogida de información como en las de análisis y presentación de datos, existen también diferentes estilos de investigación cuantitativa. Por ejemplo, ante las tablas de contingencia cabe ensayar la aproximación a lo J A. Davis (véase en castellano Sánchez Carrión, 1989), ceñida a un an1isis porcentual sencillo, o aventurarse en la modelización loglineal de autorescomo Graham Upton (Upton, 1978). Por citar a dos de los docentes veteranos en los cursos de verano de la Universidad de Essex. O como señala García Ferrando (1982: 360), la elaboración de variables a lo Lazarsfeld sigue teniendo relevancia para el “buen analista social”, a pesar de la disponibilidad actual de técnicas multivariables de mayor complejidad estadística.
En resumidas cuentas,...
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