Esta parábola es similar en su enseñanza a la parábola del hijo pródigo y la parábola de la moneda perdida. La alegoría con el rebaño de ovejas,pero, es más clara, puesto que a menudo se compara a Dios o Cristo con un pastor y los hombres con las ovejas que dependen (de aquí que los curas puedanrecibir el nombre de pastores). La oveja perdida es la que se aleja de la iglesia y madriguera en el pecado (lo explicita) y la alegría de Dios esmás grande por el arrepentimiento de esta que por las otras, puesto que nunca han estado en peligro, mientras que la oveja perdida se arriesga a lacondenación eterna (el riesgo es más grande y evitarlo, una gran alegría). También significa que Dios tiene predilección por los individuos más débilesy perdidos, y no por el grupo anónimo, y que busca cada alma, aunque tenga más (se arriesga por una oveja teniendo noventa y nueve al suyo cercando)porque cada persona es importante. El número cien es un símbolo de multitud y perfección, si falta una ya no se cumple y de aquí el afán paraencontrar la oveja perdida. Recoge los versos de Ezequiel, quién aseguró que por un arrepentido, no contaban los pecados anteriores (un golpe vuelve alrebaño, allá se queda), subrayando tanto la misericordia divina como la importancia del arrepentimiento (que los católicos asociarían siglos más tarde alsacramento de la confesión). Su éxito sirvió por afianzar la comparación de los fieles con las ovejas y de los pecadores cómo extraviados o perdidos
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