Análisis de "oir" - juan gelman

« Oír », Juan Gelman, Hacia el sur, Roma 1981-1982.

Introducción

La voz del poeta que queda combatiendo el silencio de los otros, de los que murieron hablando. Es la voz de Juan Gelman, poeta argentino, víctima y exiliado de la dictadura argentina de 1976, la que continúa ahora sola buscando el sentido del dolor y alimentando la semilla plantada por las otras voces desaparecidas,interrumpidas por la muerte. En su poema “Oír” publicado en su libro Hacia el sur durante los años de 1981-1982, periodo de exilio en Roma, Gelman trae a la memoria, una vez más, como “un sueño muy desoñado”, el recuerdo de sus amigos desaparecidos durante la dictadura, y en particular la de su amigo “paco”, Francisco Urondo. La muerte prematura de Paco y el dolor de su desaparición quedaron plasmadosa lo largo de toda su obra poética.

“Estoy aquí para hablar de los vientos que viajan hacia el porvenir”. La voz del poeta, clarividente potencia creadora, marca en el poema un movimiento cíclico que penetra en las raíces de un pasado destruido. Vemos entonces que esta introspección le sirve de base al poeta para alimentar e impulsar su visión de un futuro renovador, inmortal. El poeta hallaen esta destrucción el significado íntimo de ese porvenir. Esta destrucción personificada en el “tigre”, en su ferocidad, representa la oscuridad de la conciencia encarnada en los aspectos más inhumanos del hombre. Asimismo, su voz, su lenguaje, su creación son los instrumentos que acompañan esta regeneración que nace de la muerte. Una muerte que interrumpe la palabra pero que no marca aquí ni elfinal ni el silencio. Es también la que conlleva a un desdoblamiento del que nace una promesa porque “ningún sol es el último”.

En primer lugar, veremos cómo la memoria del poeta y su voz creadora se convierten en el motor que impulsa la transformación. Analizaremos así el significado de la muerte con su aspecto dual, personificada en el “tigre”, en la “espantosa” –destrucción y ferocidad- y almismo tiempo representada como símbolo de regeneración. En segundo lugar, analizaremos, apoyándonos en la simbología del texto, el movimiento cíclico del paso de la vida a la muerte y de la muerte a la vida. Veremos cómo los instrumentos de medida universal –como el sol y luna-, los elementos terrestres –como el agua, el fuego, el viento, la tierra-, los elementos permanentes de lo humano –comola boca (la voz), la cabeza (el intelecto), los huesos (esencia del hombre)-, vienen a reforzar esta simbología de transformación, de regeneración, de ciclo. Por último, nos detendremos en los elementos del poema que nos muestran una perspectiva esperanzadora, un movimiento ascendente de inmortalidad que se concentra finalmente en la figura del “niño”.

A lo largo del poema compuesto por 14estrofas de cuatro versos libres, la memoria del poeta juega un papel fundamental. Su recuerdo es el motor de su creación y vemos como su voz va rescatando una a una las otras voces silenciadas. “Los compañeros muertos” a los que hace alusión son todos aquellos amigos que murieron durante la dictadura argentina, vidas interrumpidas por la oscuridad de esa “noche militar”. El “río” toma en laantepenúltima estrofa una gran fuerza simbólica puesto que fue en el “Río de la Plata”, río que en un pasado feliz “regaba el corazón” el que se convirtió más tarde en el cementerio de muchos de sus camaradas desaparecidos, arrojados allí para no ser encontrados. En su recuerdo encontramos también a “paco”, pero el de su recuerdo es un “paco” niño, que surge de un estado anterior a la falta, de un estado deinocencia en el que permanece ahora después de la muerte. Su “huesito” representa así el elemento más permanente del hombre, su esencia, su estado perenne. No podemos dejar de ver por otro lado, el recuerdo de su hijo, Marcelo, “el que mataron a traición” de un disparo en la nuca. De todas estas muertes quedan las “palabras”, caen “dos palabras”: una que simboliza el pasado con todo el peso...