Analisis Doña Barbara
Páginas: 25 (6234 palabras)
Publicado: 20 de septiembre de 2012
De arriba abajo
Haffe Serulle
El Rey
La Reina
El Pregonero
La Soprano
La Sombra
El Señalado
Bufón 1Bufón 2
Afuera, mientras el público se organiza para entrar en el espacio teatral, los actores irrumpen con alegría. Tambores y cornetas. Festejo circense. Acróbatas, bailarinas y zanqueros. Damas y caballeros ataviados con trajes de diferentes épocas. Un pregonero, medio bufón, medio payaso, recrea el momento.
El Pregonero: ¡Ay, corazón,corazón, cómo tiemblas de alegría, qué embriagado estás de emoción! Y no es para menos, señoras y señores, porque hoy, precisamente hoy, justo a esta hora, veremos lo nunca visto. Por fin, después de tantos siglos de búsqueda insaciable, de enredos y coqueteos, de maquinaciones en los oscuros vericuetos de la vanidad, donde la imaginación no alcanza a dilucidar los intríngulis de la megalomanía; dondeel delirio, sin embargo, comparte con la realidad la avaricia y el crimen, estamos a punto de iniciar los festejos correspondientes a la coronación de nuestro rey. Hoy es día de gloria, de regocijo. ¡Señoras y señores, no me cansaré de anunciar que por fin tenemos nuestros propios reyes! He de hacer la salvedad de que no es raro que en estos territorios del Caribe se produzcan fenómenos semejantesa este, que ya hemos tenido reyezuelos en tierras más desdichadas que la nuestra, y aspirantes a la corona en todas partes, y quién sabe cuántos. Pero no es momento de entrar en consideraciones históricas, sino de celebrar a nuestras anchas, hic et nunc, es decir, aquí y ahora, a merced del erario o de las exégesis que se deriven de tal apostolado, el triunfo de la sustentación de una aspiraciónabigarrada en los sueños ocultos de genes provenientes de la lujuria y la lascivia. Celebremos con pitos y flautas, y, por qué no, con tamboras, güiras y maracas la coronación de nuestros reyes. ¡Ya se acercan, señoras y señores! ¡Ya entran! ¡Helos aquí, con nosotros! ¡Viva el rey! ¡Viva la reina! ¡Vivan nuestros reyes ad futuram memoriam!
El rey y la reina, montados en zancos, aparecen entreel público. Derroche de alegría.
La Reina: Gracias, gracias, gracias. Con hondo amor y agradecimiento…
El Rey: ¿Cómo osas hablar antes que yo con el pueblo?
La Reina: Hablaste en el acto de coronación.
El Rey: No es lo mismo.
La Reina: Tu discurso fue oído por las multitudes.
El Rey: No es lo mismo, te digo.
La Reina: Pero, mi amor…
El Rey: Mantente callada hasta que teceda el turno.
La Reina: Pero, mi rey…
El Rey: ¿Quieres que te ridiculice en presencia de los concurrentes?
La Reina: No, no, mi señor.
El Rey: Entonces, cállate.
La Reina: Me callo, mi rey, porque amor con amor se paga. Mas déjame decirte…
El Rey: No digas nada.
La Reina: Es simplemente un secreto, mi amor; un misterioso y encantador secreto.
El Rey: Querrás decir un chisme.La Reina: ¿Cuándo has escuchado un chisme en esta boca mía?
El Rey: ¡Cállate ya, y déjame hablar con mi pueblo!
La reina discute acaloradamente con el rey. El pregonero se lanza al ruedo. Finalmente, el rey calla a la reina, y se muestra feliz ante los asistentes.
El Pregonero: Aplausos. Cornetas, que el rey y la reina hablan de amor. Miren cómo ella lo besa. ¡Cuánta ternura! ¡Cuántadelicadeza! Ella le musita al oído: Cada mañana, con el primer rocío, mis labios se pasearán por tu cuerpo. Arrojaré sobre ti el néctar de mi espíritu y mi luz indomable, que jamás se apagará. Y él le responde: Cariño mío, tus palabras le dan vida a mi sangre. Extraordinario, ¿no? ¡Silencio! ¡Silencio! Oigamos al rey.
El Rey: Los días serán largos; cortas, las noches. Restableceré el...
Haffe Serulle
El Rey
La Reina
El Pregonero
La Soprano
La Sombra
El Señalado
Bufón 1Bufón 2
Afuera, mientras el público se organiza para entrar en el espacio teatral, los actores irrumpen con alegría. Tambores y cornetas. Festejo circense. Acróbatas, bailarinas y zanqueros. Damas y caballeros ataviados con trajes de diferentes épocas. Un pregonero, medio bufón, medio payaso, recrea el momento.
El Pregonero: ¡Ay, corazón,corazón, cómo tiemblas de alegría, qué embriagado estás de emoción! Y no es para menos, señoras y señores, porque hoy, precisamente hoy, justo a esta hora, veremos lo nunca visto. Por fin, después de tantos siglos de búsqueda insaciable, de enredos y coqueteos, de maquinaciones en los oscuros vericuetos de la vanidad, donde la imaginación no alcanza a dilucidar los intríngulis de la megalomanía; dondeel delirio, sin embargo, comparte con la realidad la avaricia y el crimen, estamos a punto de iniciar los festejos correspondientes a la coronación de nuestro rey. Hoy es día de gloria, de regocijo. ¡Señoras y señores, no me cansaré de anunciar que por fin tenemos nuestros propios reyes! He de hacer la salvedad de que no es raro que en estos territorios del Caribe se produzcan fenómenos semejantesa este, que ya hemos tenido reyezuelos en tierras más desdichadas que la nuestra, y aspirantes a la corona en todas partes, y quién sabe cuántos. Pero no es momento de entrar en consideraciones históricas, sino de celebrar a nuestras anchas, hic et nunc, es decir, aquí y ahora, a merced del erario o de las exégesis que se deriven de tal apostolado, el triunfo de la sustentación de una aspiraciónabigarrada en los sueños ocultos de genes provenientes de la lujuria y la lascivia. Celebremos con pitos y flautas, y, por qué no, con tamboras, güiras y maracas la coronación de nuestros reyes. ¡Ya se acercan, señoras y señores! ¡Ya entran! ¡Helos aquí, con nosotros! ¡Viva el rey! ¡Viva la reina! ¡Vivan nuestros reyes ad futuram memoriam!
El rey y la reina, montados en zancos, aparecen entreel público. Derroche de alegría.
La Reina: Gracias, gracias, gracias. Con hondo amor y agradecimiento…
El Rey: ¿Cómo osas hablar antes que yo con el pueblo?
La Reina: Hablaste en el acto de coronación.
El Rey: No es lo mismo.
La Reina: Tu discurso fue oído por las multitudes.
El Rey: No es lo mismo, te digo.
La Reina: Pero, mi amor…
El Rey: Mantente callada hasta que teceda el turno.
La Reina: Pero, mi rey…
El Rey: ¿Quieres que te ridiculice en presencia de los concurrentes?
La Reina: No, no, mi señor.
El Rey: Entonces, cállate.
La Reina: Me callo, mi rey, porque amor con amor se paga. Mas déjame decirte…
El Rey: No digas nada.
La Reina: Es simplemente un secreto, mi amor; un misterioso y encantador secreto.
El Rey: Querrás decir un chisme.La Reina: ¿Cuándo has escuchado un chisme en esta boca mía?
El Rey: ¡Cállate ya, y déjame hablar con mi pueblo!
La reina discute acaloradamente con el rey. El pregonero se lanza al ruedo. Finalmente, el rey calla a la reina, y se muestra feliz ante los asistentes.
El Pregonero: Aplausos. Cornetas, que el rey y la reina hablan de amor. Miren cómo ella lo besa. ¡Cuánta ternura! ¡Cuántadelicadeza! Ella le musita al oído: Cada mañana, con el primer rocío, mis labios se pasearán por tu cuerpo. Arrojaré sobre ti el néctar de mi espíritu y mi luz indomable, que jamás se apagará. Y él le responde: Cariño mío, tus palabras le dan vida a mi sangre. Extraordinario, ¿no? ¡Silencio! ¡Silencio! Oigamos al rey.
El Rey: Los días serán largos; cortas, las noches. Restableceré el...
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