Analogía del efecto dominó

El famoso Efecto Dominó.
Hace dos semanas, en mi ingenuidad y eterno optimismo, pensaba que la crisis griega se resolvería con un poco de buena voluntad de los líderes de la zona euro. Unos cuantosmiles de millones más en prestamos con abonos chiquitos.
Si un amigo en problemas nos pide un préstamo, dependiendo de la cantidad, es posible que le prestemos. Pero si sabemos que debe la casa, elcoche, la tarjeta, el agua, la luz, y nunca nos regresó el primer préstamo. ¿Volveríamos a ayudarlo? No lo creo.
En ese caso, nuestro amigo, se hundirá. Lo embargarán, lo pondrán en el buró decrédito, y no volverá a tener una tele 3D sin ayuda de los reyes magos o santa. Hasta ahí todo esta bien, nos hemos enterado del chisme con el ceño fruncido, y con un dejo de pena y lástima por el buen amigoque no sabe de economía.
Olvidamos que cuando fuimos uña y mugre, nuestro buen amigo nos pidió que firmáramos de su aval. Entonces sin previo aviso, nos exigen que paguemos las consecuencias deldespilfarro de nuestro examigo. Cuando menos lo esperamos, tenemos que contratar un abogado, tirar tiempo y dinero para evitar pagar las deudas del hijo de su..., que ni siquiera nos invitó a lospachangones que se aventaba en su depa.
Entonces descubrimos, para nuestro pesar que nuestros ahorros se fueron por el caño, y que tendremos que acudir a la tarjeta de crédito, que de por si, ya veniacargada por las maravillosas compras a meses sin intereses.
¿Qué tanto es tantito? Si pagamos solo el mínimo, para el siguiente mes nos pondremos al corriente.¿No? Olvidamos que vienen las vacaciones deverano, la compra de los útiles para el próximo ciclo escolar y la fiesta de los quince de la ahijada.
Ahora nosotros estamos a un pelito de rana de la situación del examigo. Dependiendo de nuestrahabilidad para recortar gastos, controlar las tarjetas y evitar compras innecesarias, saldremos adelante con los compromisos adquiridos. La nena se quejará por no poder enviar mensajitos todo el día...