Antes de irme

Mamá no quiero irme.

¡Mamá no te hice caso! ¡Mamá perdóname!

Dile a papá que lo quiero mucho, amo a mis hermanos. Algo está pasando aquí, todo lo percibo pero nada ni nadie me corresponde.Todavía no me quiero ir y me estoy yendo.

Mamá no te sientas culpable, yo salí porque quise, abusé de tu confianza. Me sentí libre, animado con ganas de correr y de correr, no pensé lo que pudierasuceder.

¡Qué alegría cuando tomé las llaves en mis manos, por fin, por fin podía salir a manejar el carro nuevo que tanto deseaba arrancar y hacer que sonara el motor! Éste era el día en que misdos amigos y yo seríamos únicos por las calles de la ciudad. Pude ganarme tu permiso para salir en el carro, gracias al buen resultado de mis calificaciones; parecía que no lo lograría después de tantasveces reprobar uno y otro examen.

¡Qué sensación estar frente al volante y sentado en ese asiento ergonómico!: oír el ruido del motor, acomodar los espejos retrovisores, el aroma del interior delcarro, la música que aviva más el latir de mi corazón, poco a poco salir de la cochera, acelerar y acelerar. Fue una emoción de libertad, de aventura ¡y de mucha euforia!

Estabas en la puerta contu vestido azul que te regalé el día del cumpleaños; me decías adiós con tu mano y con la otra me mandabas un beso acompañado de una gran sonrisa. Me dijiste: “Maneja con cuidado, no corras mucho, tevoy a esperar para cuando regreses…”

Pasé los semáforos en luz amarilla y uno en luz roja, a toda velocidad, ¡qué aventura! Rebasar carros, ¡qué riesgo! El aire fresco rozaba mi rostro ydifundía la música a todo volumen. Más velocidad para ver la potencia del carro. Todo veía que pasaba rápido, no sentía nada en el carro nuevo. Esquivando uno, otro y cada carro que se interponía a mi paso.Veía que me aproximaba a la curva que tanto había deseado tomar con velocidad, pasando el puente por donde solía ir a la escuela. Sin pensarlo, sin sentir, sin ver, todo ya sucedía: mamá, no llores;...