ANTES DE LA GUERRA DE OTUMBA
Está claro que una matanza de dichas características no ocurre porque sí. HernánCortés no destacaba por su humildad precisamente, ya había desobedecido las órdenes de Diego Velázquez, Gobernador de Cuba, pues éste sólo pretendía formalizar acuerdos comerciales con la dirigencia local quegarantizasen la exclusividad de España. Evidentemente, las ideas de Cortés eran otras.
Sin embargo no fue él sólo quien cometió todos los errores que causaron la noche triste, deberíamos añadira Pedro de Alvarado, el alto y guapo caballero español con encanto personal, que ante lo que aparentaba ser todo un señor se escondía un otro yo, un ser estrepitosamente sanguinario. Su táctica bélicafavorita era la de atacar primero, una especie deGuerra Preventiva de la actualidad, en la que uno ataca a otro sólo porque desconfía de él o cree que posee “armas de destrucción masiva”.
El caso es queel gobernador de Cuba, harto de las pretensiones de Cortés, envió a un grupo de soldados al mando de Pánfilo de Narváez para acabar con las intenciones de Hernán.
Cortés, sabedor de que venían...
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