Anticristo de Lars Von Trier

Moralismo moderado en Anticristo de Lars Von Trier
La obra del cineasta danés Lars Von Trier ha sido una de las más polémicas en los ensayos de crítica cinematográfica contemporánea. Para muchos el resultado de la oscura inspiración de Von Trier ha resuelto un producto de alto contenido censurable que puede dañar los pilares de la formación ética en las distintas sociedades. En 2009, Von Trierpropone un film crudo y en muchos aspectos sensacionalistas, que una vez más enciende la exasperada indignación de ciertos críticos, como el apremio y la alabanza de tantos otros. Anticristo, es una historia sobre la experiencia de un matrimonio que pierde a su hijo, el temor de la esposa y la racionalidad del esposo, una relación que la naturaleza relegará al absurdo, donde lo único que se tiene,es la absoluta certeza del horror.
Es formidable el estudio de este producto, porque Von Trier, inexorablemente ubicado en la pirámide de los cineastas más aplaudidos del siglo, es capaz de mostrarnos todo el camino, desde el moralismo más estricto hasta la moderación y el clarificacionismo. Como siempre, el material de más elevado valor artístico, es aquel que demuestra a la perfección lamagnitud del impacto que debe demostrar toda obra de arte digna de permanecer en la memoria de los hombres; la habilidad de crear el debate que viaja de un extremo a otro de la teoría ético-estética.
Como sucedió con Tarantino, Kubrick y Lynch, expertos en la transposición de lo bello y lo grotesco, Von Trier fue atacado desde el principio por el moralismo. Como suele suceder, la doctrina criticabael fuerte contenido de la película y las consecuencias que podría generar su impacto en la sociedad. Ninguno de los partidarios del más asiduo moralismo entendía cómo una secuencia de dos horas con escenas perturbadoras, encuadres de desnudos y representaciones explícitas de la maldad más absoluta podían generar un efecto positivo. Sin embargo, quien dijera que la obra era propagandística,olvidaba el verdadero sentido de la vida contemplativa. En primer lugar, la obra jamás presentaba escenarios donde se justificara la violencia o la maldad en sí mismas; en este orden de ideas, los personajes no se lanzaban a golpear al otro luego de dos minutos de proyección, ni se amenazaban de muerte de manera espontánea. Por otra parte, pensar que luego de verla cualquiera iba a salir a justificarque cientos de mujeres fueran masacradas, o a golpear su cabeza un muro de concreto suena tan absurdo que el solo decirlo en voz alta denota la insensatez cometida.
Derrocado el moralismo, del otro lado del mundo de la crítica especializada, los teóricos del autonomismo se jactaban de la ignorancia de los moralistas. Para ellos, era imposible contemplar la posibilidad de aceptar el arte como másque eso, el art pour l´art que mencionaba Vilar en su texto y que estuvo tan de moda durante las vanguardias (243). A pesar de eso, de que pueda ser perfectamente defendible el alto valor estético de la sonoridad, de los encuadres exquisitos al momento de describir una situación, de lo grotesco presentado tan bellamente, es en los instantes donde el director se deja guiar por los parámetrosformales más que por el interés de transmitir algo, cuando el film deja de ser arte elevado y se transforma un ejercicio decorativo.
Tomemos como ejemplo la escena inicial de la película. La cámara recorre distintas posiciones, experimenta con la perspectiva, el ángulo, la inclinación mientras el marco narrativo se mantiene en el mismo lugar todo el tiempo. Más de cinco alteraciones de cámara para unevento, donde el efecto de la luz a blanco y negro, de la temporalidad en cámara lenta y del movimiento espectral al compás de Lascia ch'io pianga ejecutada por una de las mejores sopranos del planeta convierten una sola experiencia en una manifestación sensorial de intenso nivel estético. Más allá de eso, ¿cuál es el objetivo del trabajo con las cámaras, la luz y el sonido? En medio de la...