antologia de cuentos


La Cenicienta
Al sostener el viejo vestido de su madre contra su cuerpo, Cenicienta se imagino bailando en el palacio. Al traje le hacían falta unos pocos cambios, pero no eran complicados. Solo necesitaba tener tiempo para hacerlos.
-¡Cenicieeentaaa!, chillaron su madrastra y sus hermanas. Se estaban preparando para el baile y no la dejaban ni un minuto en paz.
"Creo que mi vestido tendráque esperar". Suspiro la pobre jovencita. Apenas salio del cuarto, uno de sus amigos ratones dijo enfadado:
-¿Saben que?
¿Cenicienta trabaja, trabaja y trabaja! así nunca podrá arreglar el vestido a tiempo para ir al baile.
Entonces, los animales amigos de Cenicienta decidieron sorprenderla arreglándole el vestido.
Después de todo, ella los había cuidado durante años. Ese mismo día la jovenhabía rescatado a Gus de una trampa para ratones. Luego lo había alimentado, vestido y protegido del gato malvado de su madrastra. Así que, junto con los pájaros, los integrantes de la familia del altillo buscaron cintas, tijeras y agujas de coser para que el sueño de Cenicienta se hiciera realidad.

-¡OH, muchas gracias!-exclamo la hermosa joven al ver que sus amiguitos habían hecho por ella.Los pájaros y los ratones estaban felices de ver a Cenicienta tan contenta. Ella se merecía una noche especial. Sin quejarse jamás de todo lo que debía soportar por parte de sus hermanastras y su madrastra, Cenicienta aun esperaba encontrar la verdadera felicidad algún día.
Sin embargo, no paso mucho tiempo hasta que su madrastra y sus hermanastras alejaran su ilusión. Luego de destrozar elvestido de Cenicienta, la dejaron sola, sollozando en el jardín.
-Bueno, bueno-susurro una voz desconocida.
El hada Madrina de Cenicienta apareció mágicamente.
-Seca esas lagrimas-le dijo-.No puedes ir al baile luciendo así.
Cenicienta comenzó a explicar que ella no iría al baile, pero el Hada Madrina no la escucho. Agito su varita mágica y convirtió una calabaza en una magnifica carroza.Cenicienta y sus amigos los animales observaron deslumbrados el acto de magia.
-¡Bibbidi Bobbidi Bu!-canto el Hada Madrina.
Pronto, cuatro de los ratones, entre ellos Gus y Jaq, se convirtieron en orgullosos caballos.
El nuevo traje de Cenicienta destellaba como un diamante. Ella se detuvo a observar su imagen en el estanque.
No podía creer lo que veía.
-¡Es mas de lo que siempre heesperado!-declaro con los ojos brillantes.
Cenicienta llego al palacio y se sumergió en un mundo de ensueño. Cuando ella y el Príncipe giraban sobre la pista de baile, todos se dieron vuelta para mirarla.
-¿Quien es ella?-se preguntaba-.Debe ser una Princesa.
Nadie hubiera imaginado que ese mismo día, pero más temprano, ella había estado vestida de harapos.
¡Cenicienta nunca había sido feliz! Apenas el jovenPríncipe se arrodillo frente a ella, sintió que su corazón iba a explotar. Bailaron juntos en los jardines del palacio, inmersos en el esplendor de la noche.
El Príncipe la miro a los ojos y se inclino para besarla justo cuando el reloj dio las doce.
Al oír las campanadas, Cenicienta recordó que su Hada Madrina le había advertido que el hechizo se rompería a medianoche. Ella bajo lasescalinatas corriendo y perdió uno de sus zapatos de cristal en el camino.
Al día siguiente, mientras se ocupaba de sus tareas, la jovencita tarareaba, soñadora. Pero al darse cuenta de que Cenicienta era el amor misterioso del Príncipe, su despiadada madrastra la encerró en el altillo.
-¡No! ¡Por favor, déjenme salir!-exclamo Cenicienta.
Ella sabía que el Gran Duque le estaba probando el zapato decristal a cada doncella del reino.
Llegaría allí muy pronto.
-Tenemos que conseguir esa llave-le dijo Jaq a Gus.
A pesar del peligro, los ratones lograron sacar la llave del bolsillo de la madrastra y con las últimas que les quedaban, finalmente pudieron pasarla por debajo de la puerta cerrada.
Así, Cenicienta encontró al Gran Duque y pidió probarse el zapato de cristal.
¡Le quedo perfecto! Eso...