Análisis campaña presidencial a 4 años

Al promediar abril, pareciera que ser o no el continuador de Álvaro Uribe dejó de ser tema para los candidatos y los Mass Media. La figura caudillista y los tres pilares de gobierno que pregonan ono continuar los candidatos, ceden hacia el pregón de buenas prácticas, por oposición a lo evidenciado en los últimos días.
La confirmación de Sergio Fajardo como fórmula vicepresidencial de AntanasMockus, volcó adhesiones de una franja marginal que, si llegara a votar, daría un rumbo distinto a la segunda vuelta, que había amanecido en abril escriturada a Noemí Sanín con Juan Manuel Santos.
Enlas páginas de las redes sociales adherentes a Mockus y al partido verde que conforman una comunidad de varios cientos de miles de suscritos, es fácil encontrar unidas expresiones como Uribe sí, perono más uribismo, en contraste con las que manifiestas abierto malestar y desahucio por las prácticas de un gobierno de ocho años.
Contrario a semanas atrás, antes de que la Corte Constitucionaldeclarara fuera de Ley el intento por convocar a una segunda reelección, aparecen voces de ciudadanos en abierta oposición al Gobierno, sin temor al escarnio social. En la inauguración de los IX JuegosSuramericanos en Medellín, la división de aplausos y escasa ovación al Presidente, meses antes ídolo en esa ciudad, mostró que el fallo de la Corte los liberó una aparente unanimidad.
Ahora parecieraque la lid es entre la continuidad de un gobierno al que se le abren ventanas por donde todos los estamentos se asoman adentro a examinar su limpio proceder y una corriente de quienes se proclamanpulquérrimos y vacunados contra la corrupción.
En el fin de semana, la Fiscalía reveló tener pruebas de que de la Casa de Nariño salieron las órdenes y llegó el beneficio del seguimiento de la vidaprivada de altos jueces, periodistas, futuros candidatos y opositores mediante la interceptación de comunicaciones sin orden judicial, como es de Ley en Colombia.
Los magistrados de las altas cortes, en...