Aquiles

Apéndice II: La Ilíada / La Eneida
(tragedias: Ifigenia, Ayax, Hécabe) La Ilíada
(resumen)
La Ilíada comienza avisando que es un canto a la cólera de Aquiles.

En el Canto I, después de que Aquiles hubiera sido herido en la mano por una flecha disparada por Héleno, el sacerdote Crises, invocando a Apolo, intentó rescatar a su hija Criseida, cautiva de Agamenón. Este se opuso yApolo castigó a los griegos con una peste que diezmaba sus fuerzas cada día. Aquiles exigió de Agamenón que atendiera la petición de Crises y el caudillo argivo accedió exigiendo a cambio que Aquiles le diera su cautiva Briseida. Aquiles lo permitió, aunque de muy mala gana, y se negó a seguir combatiendo contra los troyanos (haciendo quizás méritos para que Príamo le concediera la mano de suhija Polixena?). Para evitar que Aquiles se arrojara sobre Agamenón, puñal en mano, Atenea tuvo que sujetarlo de su rubia cabellera (I, 197). "La grasa llegó al cielo dando vueltas en el humo" en la hecatombe que sacrificaron a Apolo, que al fin cesó en su ira. A petición de su hijo, Tetis acarició la barbilla de Zeus y consiguió del dios la promesa de que ahora vencerían los troyanos hasta tanto"colmaran de estimación a Aquiles, como le correspondía". Hera, la de mirada de novilla, se lo echó en cara y Zeus amenazó con golpearla.
En el Canto II Zeus indujo a Agamenón un sueño que el atrida puso en práctica: ordenar el embarque en las naves para volver a la patria, con el fin de distinguir a los cobardes. No hubiera quedado uno si Odiseo no les hubiera forzado a lo contrario, argumentandoque se trababa de una trampa para acabar con los que quisieran irse. Tersite, el más feo de todo el ejército, arengaba a los aqueos para marcharse, y Odiseo le respondió golpeándole (II, 277). A Odiseo lo forzaron Hera y Atenea, pues qué sentido tendría la muerte de tantos argivos si no se tomaba Troya? que los troyanos, de bruces en el suelo, mordieran la tierra con sus dientes. Insuflados losánimos de los melenudos aqueos, de ojos rasgados, hicieron retumbar el suelo bajo sus fieros pasos mientras bullían como enjambre de moscas en los establos al momento del ordeñe, mientras Agamenón les pasaba revista, igualando a Zeus en la mirada, a Ares en la cintura y en el pecho a Posidón.
En el Canto III Paris se ofreció a dirimir la controversia en combate singular, suyo contra Menelao,agraviado por el rapto de su esposa. Lo peor fue cuando Menelao lo agarró por el ceñidor del casco cuya hebilla se le clavaba en la garganta por delante. Y poco le hubiera durado Paris al atrida si Afrodita no lo envuelve en una nube y lo retira a su aposento perfumado para amar allí a su Helena. Pues no le había vencido Menelao sino Atenea. Los aqueos aplaudían a rabiar.
En el Canto IV Hera se irritaante la idea de que, dirimida la contienda de este modo, se acabe entonces la guerra y no sufran ya más daño los troyanos. Atenea bajó al campo de batalla y provocó que el arquero licio Pándaro disparara su flecha contra Menelao, rompiendo así los pactos. La flecha no lo mató porque, gracias a su desvío por Artemisa, como a mosca desviada de la cara de su hijo por la madre, tropezó en sus cinchesy correas a la altura de la ingle, pero le hizo sangrar muslo abajo por la pierna. Se reanudó, pues, el combate, destacando las falanges compactas hoplitas de Néstor avanzando como tanques humanos, mientras Eris disfrutaba de lo lindo con sus alaridos en el medio del campo de batalla. Caían muchos de uno y otro lado. Diores, aplastado su tobillo derecho por un pedrusco que le arrojó el tracioPíroo, cayó de espaldas "extendiendo sus manos hacia sus compañeros" (IV,523).

En el Canto V Diomedes mata a muchos troyanos, saltando como un león sobre cuellos de terneras, ensartando a más de uno con su lanza y haciéndoles morder con sus dientes la espada o daga de bronce, hiriendo incluso a Chipri y a Ares, que ayudaban a los suyos en el campo de batalla, y atreviéndose a enfrentarse con...