ARCOS
En el año de 1721, llegaron procedentes del convento de San Felipe de México, cinco monjas capuchinas, para fundar el convento de San José de Querétaro. Encontraronque dejaba mucho que desear la calidad del agua, por lo que acudieron en son de queja al Marqués de la Villa del Villar del Aguila, quien se había declarado su protector y bienhechor.
EraDon Juan Antonio de Urrutia y Arana, natural de la Villa de Arceniaga, provincia de Alava, hijo de Don Domingo de Urrutia y Retes y de Doña Antonia de Arana.
En 1694, Don Juan Antonio,que había sucedido a su tío como Marqués de la Villa del Villar del Aguila, fue nombrado Regidor perpetuo de la Ciudad de México, cargo que desempeñó hasta el año de 1697; un año después,vistió el hábito de Caballero de la Orden de Alcántara, y en 1698 contrajo matrimonio con Doña Josefa Paula de Guerrero Dávila.
Residía ya en Santiago de Querétaro, cuando el Marqués escuchóla queja de las religiosas capuchinas y enseguida se propuso proporcionar agua potable, no solo a las religiosas sus protegidas, sino a la población entera. Comunicada su resolución alAyuntamiento, prometieron ayuda pecuniaria hasta de $ 25,000.00 pesos, el Marqués buscó en los alrededores de Querétaro la fuente que había de surtir el preciado líquido. Encontró que el másadecuado por estar su nivel a conveniente altura en relación con el de la ciudad, era el llamado "Ojo de Agua del Capulín", en el pueblo San Pedro de la Cañada.
Al principio no era muygrande el caudal de agua que rendía, pero gracias a las obras que emprendió el Marqués, se aumentó la corriente a cuatro mil "pajas", equivalente más o menos a treinta litros por segundo.
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