Arquitectura Borbónica: El Real Sitio De La Granja De San Ildefonso

EL
 REAL
 SITIO
 DE
 SAN
 ILDEFONSO
  Priscilla
 Ortiz
 López
 
 
El Real Sitio de La Granja de San Ildefonso (Segovia, Castilla y León) debe su origen a Felipe V (1683-1746), primer monarca de la dinastía borbónica española. Fue concebido para servir como lugar de retiro al Rey tras su abdicación en 1724, pero este propósito inicial se vio frustrado por laprematura muerte del heredero, Luis I2 (1707-1724), lo que obligó a su padre a volver al trono. Es en este peculiar contexto histórico donde hay que situar y comprender las características del airoso conjunto que forman el Palacio, los Jardines, y aun el privilegiado entorno natural en el que ambos se insertan.
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Asomarse a La Granja es hacerlo a la atormentada personalidad de su fundador, Felipe V.Nacido en Versalles en 1683, era nieto de Luis XIV (1638-1715) e hijo de su heredero, el Gran Delfín. Pero un hijo segundo, a quien se educó para no reinar, acentuando la docilidad y apatía naturales de su carácter. Inesperadamente, sin embargo, los complejos vericuetos de la policía europea convirtieron en 1700 a este adolescente tímido, inseguro y piadoso en heredero universal del todavíavastísimo imperio español, en virtud del testamento de se tío abuelo Carlos II (1661-1700). El joven Felipe, a quien ni su temperamento ni su educación predisponían para tamaña responsabilidad, comenzó muy pronto a sufrir crisis depresivas. Los cronistas de la época, y muchos historiadores con posterioridad, se han referido al "carácter melancólico" o a la "neurastenia" del Rey. Repasando el programaconstructivo que emprendieron los Borbones, se advierte que la estética de sus formas artísticas está totalmente divorciada de la que aparecía en la arquitectura hispana, expresando su sentimiento marcadamente opuesto. Este cuadro clínico permite entender el episodio de su abdicación, que no fue en absoluto decisión súbita, sino un proyecto largamente madurado. Cuando se produjo, Felipe ya habíaelegido y preparado el lugar en el que deseaba, según escribía décadas más tarde el erudito e ilustrado Antonio Ponz (1725-1792): "vivir como un caballero particular...pasando de este modo una vida quieta y alegre", y que no era otro sitio sino el Palacio de La Granja de San Ildefonso. Sin embargo, Felipe V no fue el primero en apreciar las bondades del lugar. Durante la Baja Edad Media, el Alcázar deSegovia3 (1122), ciudad que dista apenas once kilómetros de La Granja, fue una de las residencias favoritas de los reyes castellanos, que acostumbraban a desplazarse en sus partidas de caza a los frondosos bosques que cubrían, y aún cubren, la vertiente septentrional de la sierra de Guadarrama. En el siglo XV, Enrique IV (1425-1474) ordenó construir en Valsaín un pequeño palacio para talesocasiones, y a unos tres kilómetros de él otro refugio más modesto y una ermita dedicada a San Ildefonso, en agradecimiento por haber salido con bien de cierto peligroso encuentro con un jabalí. Ambas edificaciones, junto con los terrenos adyacentes, fueron donadas por los Reyes Católicos a los monjes jerónimos del monasterio segoviano del Parral, que sustituyeron el refugio por una granja y unahospedería. Durante los dos siglos siguientes, Valsaín continuó siendo uno de los cazaderos predilectos de todos los monarcas de la Casa de Austria, y Felipe II (1527-1598) remodeló enteramente el Palacio, ensayando en él nuevas fórmulas arquitectónicas, importadas de sus posesiones flamencas, que lo convirtieron en un precedente directo del estilo herreriano de El Escorial (1563-1584).


 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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